EL AGUIJÓN
HASTA
EL 2022
POR: ARTURO MOLINA
El cierre del año 2021 se
encuentra a días de hacerse realidad. Un año marcado por acontecimientos
diversos que dejan “enseñanza”. El descontento social al sentirse engañados por
sus gobernantes, no cesa, y los problemas se multiplican con intenciones de
transformarse en maremoto. En campaña electoral la promesa de restablecer la
calidad de los servicios públicos era un canto sustitutivo de la gaita
decembrina. A escasos días de cerrarse el proceso, los apagones son incontables,
y el ritual de las acusaciones de saboteo sigue siendo el guión de la excusa.
Con la economía dolarizada
para la venta, y salarios en bolívares devaluados para la compra, el
empobrecimiento sigue su curso, y con ello la fortaleza de los cordones de
miseria a lo largo y ancho del espacio nacional. La estampida de personas hacia
otras latitudes es permanente, en mil (1000) dicen los expertos, es la cantidad
que abandona su patria a diario. Escapan a la muerte por indolencia
gubernamental. Los eslogan publicitarios han alcanzado penetrar la conciencia
ciudadana, y el control social se materializa con la aceptación del reparto de
la desgracia para quienes no siguen, ni están cerca del entorno del poder
nacional. Incluso quienes están cerca de quienes toman decisiones, deben
guardar silencio para evitar ser execrados.
Las ciudades comunales es el
sueño que persiguen los revolucionarios siglo XXI. Ya no habrá necesidad de
conocer lo que acontece en el mundo, porque eso genera estrés. La implementación
del trueque viene sin ser disimulado. Bolsa de comida por lealtad absoluta, una
vez a la cuaresma (1); bombona de gas cada cuatro meses (4m); internet por
media hora (30´); gasolina o gasoil cada quince días (15d); cortes eléctricos
por seis horas (6h) si existe buen comportamiento, lo contrario es por días,
semanas y meses. Las atenciones medicas también tendrán su ritual de
acompañamiento, cuidado con ser disidente, allí pierde su derecho. En la ciudad
comunal los jefes vivirán en la choza, el resto en el barro. Ya no es necesaria
la propiedad privada para eso está el señor gobierno. Conceptos de propiedad
social, solidaridad e igualdad tendrán su lugar privilegiado en el léxico revolucionario,
ahora bajo el manto de la Ley.
Los seres humanos deambulan en
busca de permanentes cambios. Algunas sociedades van en avanzada, creando
desarrollo y bienestar para sus habitantes; otras lo hacen en reversa, tal vez
buscando algo que se les quedó en el camino andado. El actual presidente de la
República de Venezuela habla con los
pajaritos que le traen mensajes del difunto, para apuntalar el sistema de
gobierno colectivista. Hay que reconocer que han logrado mantenerse en el poder
aún siendo minoría. ¿Con quién conversarán los ilustres fracasados jinetes del
apocalipsis divisionista venezolano? La lucha por la reivindicación del sistema
de libertades va a continuar por la vía constitucional, y se logrará como lo
hizo hace trescientos años ya (300), la casa que vence la sombra (UCV), por la
vía del conocimiento a través de la educación y la ciencia. Bienvenido el 2022.
ARTURO MOLINA
@Jarturomolina1
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