EL AGUIJÓN
RUTA FINAL AL 21 DE NOVIEMBRE
POR: ARTURO MOLINA
La fase final de la campaña
electoral para las elecciones del 21 de noviembre entra con candidatos
rezagados en el Estado Táchira, a la espera de que les ocurra milagro para
levantar su menguada presencia. Los 400 mil dólares que destinaron para ir en
contra de la gobernadora y candidata a la reelección Laidy Gómez, les han
servido para contratar el manejo de bots (robots), y publicar en las redes
mensajes negativos en contra de la dama. El laboratorio perverso no tuvo
acogida en los ciudadanos. Apelaron a publicación de encuestas chimbas, tampoco
lo lograron. La ausencia de apoyo de los ciudadanos, les llevó al desespero y
entraron en decadencia.
La sociedad tachirense se ve
hoy polarizada entre el sector de la alianza democrática (AD, COPEI y otros
partidos políticos), y el PSUV. El deseo del régimen de hacerse del control del
Táchira los ha llevado a salir a pintar calles, frentes de escuelas
(violentando la norma legal), disfrazando sus verdaderas intenciones a través
de algo llamado amemos Táchira, que en definitiva es la fachada de un partido
político. Grandes fortunas se ven dilapidadas en publicidad por el candidato
del PSUV. Llama la atención la opulencia allí demostrada, mientras miles de
familias viven inmersas en la miseria a la que los revolucionarios del siglo
XXI la indujeron. Esconden su grito de guerra “patria, socialismo o muerte”,
para dejar pasar el momento electoral, y posteriormente seguir con la humillación
hacia las personas y el abuso institucional.
La frontera tachirense es
una muestra de la desidia generada por el gobierno nacional, al pretender con
su ideología de atraso, ir contra la propiedad privada, el desarrollo y
progreso de las personas, comunidades y familias. Es la evidencia de la
aplicación del hambre para el control social. Así está el país entero. Las necesidades
pululan y la salida de venezolanos hacia otros países hermanos sigue siendo por
centenares. Hombres, mujeres y niños están viviendo de la limosna o de actividades
ilegales. Las trochas son la alternativa para ganarse la vida, y a su vez, es
la industria que beneficia los bolsillos de quienes las controlan. La oferta
que hace el candidato del PSUV es crear la empresa del “bicitaxi” para el
transporte interno de los ciudadanos. Representan la burla ante la debacle que
ellos crearon. La indolencia les aflora.
La candidata de la alianza
democrática a la reelección, Laidy Gómez, ha tenido que enfrentar la estrategia
acordada por el PSUV y la del gasto de los representantes de los 400 mil
dólares. Lo ha hecho con hidalguía, responsabilidad y compromiso. Nunca ha
dejado de sentirse y actuar como ser humano. Debilidades, las tiene, pero sin
duda está clara en lo que hace, y su lucha por el Táchira es la defensa de la
dignidad y derechos de los ciudadanos, sin esquivar o esconder deberes y
compromisos. La decisión de los electores está tomada. Entramos en la ruta
final al 21 de noviembre, para concretar la reelección, y seguir aportando
beneficio a los Tachirenses.
ARTURO MOLINA
@jarturomolna1
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jarturomolina@gmail.com