EL AGUIJÓN
RENACE
LA ESPERANZA
POR: ARTURO MOLINA
La sociedad venezolana se
mueve en la desconfianza hacia sus dirigentes políticos. Los errores sin
aceptación, han creado el piso para que el ciudadano deje de creer en quienes
dicen son sus representantes. La calculada actuación de los promotores de la
anti política, golpearon con fuerza a los partidos políticos, y sus líderes al
no tener respuesta ante los acontecimientos generados, entraron en el terreno
de la inacción. El sistema de libertades sufrió duro revés con la llegada al
poder de los llamados revolucionarios del siglo XXI, y quienes apostaron en su
momento a tan lamentable obra, hoy pretenden seguir cacareando detrás de
excusas sustentadas en la inmoralidad de sus actuaciones.
Esos inmorales, criticaron
la llamada cuarta República y se lanzaron como fieras descontroladas a su
destrucción. Despotricaron de los dirigentes y sus partidos a rabiar, y se reían
con cinismo al ver las casas de esas organizaciones partidistas vacías.
Partidos como AD y COPEI, fueron cuna de esas desviaciones. Se escondieron
detrás del amiguismo de los dirigentes para pasar agachados, insertarse en los
cuadros de poder, y desde allí socavar las bases de la democracia. Planearon
con serenidad esa acción, y se lucraron de lo que odiaban. Muchos llegaron a
ostentar hasta dos cargos, y disfrutar de dos jubilaciones. En auge de la
“revolución”, defendían su trasnochada ideología, y eran ayudantes de primera
para imponer la miseria. Hoy sufren lo que crearon, y pretenden volver al
ritual anterior para seguir con sus guisos.
La propiedad privada es
amenazada permanentemente por el régimen. Los empresarios han sufrido en rigor
la política de la expropiación y el peaje de los piratas de la carretera. La
inclemencia de la especulación es inagotable con la estrategia del hambre
generada por el oficialismo. La desarticulación de la familia ya no se puede
esconder, y los millones de venezolanos que han abandonado el país, reflejan la
supervivencia por la que se transita en la patria de Simón Bolívar. La lucha
por alcanzar calidad y modo de vida en condiciones dignas no ha cesado en los
ciudadanos con sentido de pertenencia y responsabilidad.
La desidia e ignorancia no
van a poder con la voluntad de cambio emprendida por la mayoría de los
venezolanos. La confianza perdida de la sociedad en sus representantes
políticos va a ser recuperada. La organización social de abajo hacia arriba con
las elecciones regionales y municipales, viene con la fuerza que implica actuar
con compromiso y aprehensión. La luz del nuevo día comienza a mostrar el
renacer de la esperanza.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
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