EL AGUIJÓN
APOSTARON
A LAS COMUNAS.
POR: ARTURO MOLINA
Las elecciones de
Gobernadores y Alcaldes del domingo 21 de noviembre, permiten hacer valoración
de varios escenarios para el análisis cualitativo de los resultados. El régimen
sale airoso al ganar la mayoría de gobernaciones y alcaldías. Su estrategia de
generar desconfianza en los electores en cada evento electoral, y la
institución que se encarga de los mismos, se concretan con la abstención,
transformándolo en el mayor elector. La otra tiene que ver con la división
generada en las oposiciones. El concepto de unidad ha sido manoseado hasta el
cansancio, y hay quienes expresan que lo prostituyeron.
La fase estratégica del
oficialismo en mantener a los dirigentes de la alternativa democrática en diatriba
permanente estimuló choques, que en algunos casos lucen irreconciliables. La
siembra del mesianismo ya no es solo del lado oficialista, ha irradiado con
fuerza en la oposición, al extremo que existen personas que se creen superiores
a otras, y se aferran allí, para generar el saboteo, por ello se negaron a la
participación en las primarias. Cientos de escritos recorrieron los diferentes
medios de información, destacando que con esa postura se le estaba entregando
gobernaciones y alcaldías al régimen. No escucharon, hoy son responsables de
esa derrota.
Sin embargo, también se debe
revisar del otro lado, lo que sucedió en algunos municipios en donde los
resultados favorecieron a los divisionistas. Allí se puede palpar que funcionó
el liderazgo local, sumándole votos al candidato rezagado, no les alcanzaron
para el triunfo regional, pero sí para hacer el daño que tenían planificado. Eso
pudiera interpretarse como la falta de operador político y de estrategia, para
haberlos sumado al lado ganador. Tal vez el enfoque fue hacia el aspirante a
gobernador, y se dejó a un lado esa posibilidad. No se descarta, tampoco se
afirma. En algunos casos se hizo el esfuerzo de convocarlos para realizar
primarias, se negaron, y en otros, donde participaron, después de perder, no
reconocían al ganador. Entonces algo pasó con ellos, allí hay mucho enredo y
explicación por dar.
El otro elemento tiene que
ver con la ausencia de disciplina a lo interno de los partidos para llevar el
mensaje de forma coherente a los ciudadanos. El choque entre varios aspirantes
de una misma organización política, pulverizó cualquier intento unificador.
Todos apostaban a comer de la misma torta. Nadie pujaba por pellizcar otro
lado. Esa desunión fue artificie para ahuyentar a los electores de esas
organizaciones, y de factores independientes. Se imponía el portaaviones, pero
eso, no era suficiente.
Los resultados del
21/11/2021 reafirman que el cambio de sistema de gobierno es por la vía
electoral. Además, tumba el mito de que el régimen es la mayoría. La
organización de los ciudadanos sigue siendo de abajo hacia arriba. No ganó el
régimen, simplemente, la oposición abstencionista-divisionista se metió una vez
más, un nuevo autogol, y perjudicó a la mayoría. Es sencillo, le apostaron al
sistema de las comunas.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
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