EL AGUIJÓN
LA RUTA DE LA IMPROVISACIÓN
POR: ARTURO MOLINA
El sistema de gobierno colectivista, adelantado sin mesura por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, de la mano del castrismo cubano, iraní, ruso y grupos guerrilleros colombianos, ha generado reacciones tardías de los vecinos gobernantes demócratas. La influencia de sectores ultra radicales se hace sentir en población que se encuentra desorientada, y expuesta a la amenaza. Territorio venezolano le sirve de aliviadero a los omnipotentes irregulares. Soldados de la Fuerza Armada Nacional prefieren la convivencia, antes que enfrentarlos, para no ganarse la enemistad de sus superiores. Allí se ha entregado y pisoteado la soberanía en forma humillante.
La libertad de expresión, económica
y propiedad privada, vienen sufriendo el atropello del régimen a través de
instituciones que dejaron de la lado sus competencias constitucionales, para
actuar a capricho del gobernante, alcanzando resultados exitosos, al llevar a
niveles de pobreza crítica, la calidad de vida de los ciudadanos. Ofrecimientos
banales se conjugan para mantener ocupada la protesta de sectores laborales de
la salud, docencia y funcionarios públicos en general. Cualquier oferta económica
desaparece por la política inflacionaria del régimen. La desconfianza se
afianza, y la exclusión se patentiza. Algunos “dirigentes” se valen de la
necesidad de las personas, los utilizan, manipulan, y comprometen según sus
designios. Así, el riesgo de perder definitivamente la libertad, se encuentra a
la vuelta de la esquina.
La sección radical, totalitaria,
viene haciendo grandes inversiones económicas para crear matriz de opinión a
favor de la abstención, a través de ataque visceral contra la participación
electoral y el voto, desprestigiando disimuladamente la socialdemocracia. Se
aferran a la actitud del arrogante déspota, con pretensiones de inmolarla
moralmente. Dos parcelas se mueven en esa estrategia: 1) la del régimen, llama
a elecciones y con acciones calculadas, genera frustración y desconfianza en la
disidencia. 2) acuerdos entre cúpulas “opositoras”, y mediante excusa negar la
participación y perpetuarse en cargos de elección popular. Esas acciones son
posibles porque la violación al Estado de Derecho es proporcional en ambos
extremos. La lógica que aplican es la del relajo. La ausencia de liderazgo
facilita sus pretensiones autócratas.
La alianza de los demócratas
debe ser con gremios profesionales, estudiantes, sindicatos, partidos
políticos, universidades, comunidades organizadas, empresarios, productores,
industriales, campesinos, obreros, amas de casa, bajo el manto de la inclusión,
para organizarlos de abajo hacia arriba, con propuesta clara, en defensa de los
intereses de los venezolanos, y canalizar su participación, aún en condiciones
adversas, existentes desde hace 21 años, pero, cuando se han enfrentado con la
participación y el voto, se les ha derrotado.
La abstención ha dejado
tragos amargos en la familia y sociedad. Capitalizar el descontento del 80% de
las personas requiere de sensatez, madurez y desprendimiento. Es urgente el
cambio de sistema de gobierno. A los caprichosos no se les puede seguir
permitiendo lanzar por el barranco los sueños de los venezolanos, con rutas
improvisadas.
Arturo Molina
@jarturoms1
www.jarturomolina.blogspot.com
jarturomolina@gmail.com
