EL AGUIJÓN
EL
PODER Y EL SERVICIO
POR: ARTURO MOLINA
La crisis política y socio
económica venezolana ha permitido establecer diferencias entre quienes aspiran
el poder para servirse y los que lo hacen para servir. Los revolucionarios
siglo XXI sustentados en discurso de engaño y aferrados a las bondades que le
brindó el sistema de libertades, crearon escenario propicio para generar la
ingobernabilidad y hacerse del poder. Alianzas entre factores económicos,
políticos y militares anidaron en contra de la democracia. La realidad presente
evidencia el resultado de esas atrocidades, llenas de ambición personalista, en
donde se encontraron y fortalecieron el egoísmo y la venganza, violentando el
Estado de Derecho en estos últimos 20 años en el ejercicio de la administración
pública nacional.
La Constitución es un papel
que le sirve al régimen para limpiar el asiento trasero del carro, o para
mostrarlo en pantalla crucifijo en mano y generar lástima. Al tener oportunidad
van contra la iglesia católica y sus seguidores. Se amparan en los recursos
públicos, compran conciencias ciudadanas y se apropian de sus derechos.
Mantienen en confinamiento a todo el país y manejan la información según sus
intereses, desapareciendo la pluralidad y el libre albedrío, persiguiendo y
encarcelando a quienes se resisten.
La diáspora obligada de
miles de venezolanos se ha encontrado con la pandemia del covid19, forzándolos a
retornar a sus hogares, pero al pisar suelo patrio el régimen les da trato
inhumano, negándoles el agua y la alimentación saludable, hasta comida podrida
les han servido, sin importar la presencia de niños y adultos en condiciones de
enfermedad. Han llegado a la desfachatez de considerar a esos seres humanos armas
biológicas, para humillarlos y vejarlos.
El sentido de pertenencia lo
tienen extraviado y no reconocen sus errores. Prefieren aplaudir que se gasten
miles de millones de dólares para comprar gasolina a otros países, antes que
revisar el por qué del quiebre de la industria petrolera nacional. De producir
3 millones de barriles diarios de petróleo, y obtener diversidad de derivados en
gobiernos demócratas, ahora los revolucionarios siglo XXI producen lástima y
llaman a izar banderas extranjeras en suelo patrio como muestra de agradecimiento
a favores recibidos, los cuales vienen acompañados de la entrega de la soberanía
nacional y sus riquezas naturales.
Los gobernadores Laidy Gómez
(AD-Táchira), Ramón Guevara (AD- Mérida), Alfredo Díaz (AD- Nueva Esparta) y Antonio
Barreto Sira, (AD- Anzoátegui) resisten con hidalguía y coraje el abuso del
autoritarismo, y superan con trabajo y creatividad los excesos de los
revolucionarios siglo XXI. Respetan a las personas y le sirven con compromiso,
aferrados a la normativa legal establecida. Eso aturde al régimen, quienes
arremeten disimuladamente contra los procesos electorales y los mutilan ante la
opinión pública, creando ambiente desfavorable al voto para así mantenerse agarrados
al poder. Es el triunfo de la abstención sobre la participación y el cambio. La
diferencia en el poder y el servicio.
ARTURO MOLINA
@jarturoms1
jarturomolina@gmail.com