EL AGUIJÓN
GUERRA
ECONÓMICA
POR: ARTURO MOLINA

La pandemia debió dejarse
fuera del juego político, pero las debilidades de los camaradas rojos rojitos
en la gerencia pública los ha llevado a usar mecanismos de engaño a los
ciudadanos para evitar la protesta ciudadana. Así cercaron la información y
dejaron por fuera a quienes en los estados venían desempeñando criterios
responsables ante el covid19. Los aportes de los hermanos Rodríguez, actuales emisarios del
régimen, no gozan de credibilidad y confianza. El desespero por evitar el
reclamo social lleva al oficialismo a programar operativos de salud, y las personas
que asisten salen perjudicadas e incluso fenecen como sucedió con menor
recientemente en Chacao, Estado Miranda, sin oírse pronunciamiento del régimen
para llevar a la cárcel a los responsables. En el episodio de los jóvenes que
dieron positivo del coronavirus en Nueva Esparta, la respuesta del régimen se
dio en minutos para acusar al gobernador Alfredo Díaz (AD), y salieron con las
tablas en la cabeza cuando a la luz pública se dejo correr los verdaderos
responsables del hecho, y con todo eso aún le amenazan con privarlo de
libertad.
La escasez de gasolina, agua,
gas doméstico, internet, energía eléctrica desmejoran la calidad de vida de las
personas y generan mafias que explotan a los necesitados. Es tal el ingreso
económico que se genera por los caminos de la ilegalidad, que funcionarios del
régimen se atacan entre sí por controlarlos y proseguir con el descaro de la
corrupción y el desangre al bolsillo de las personas. Sin rubor anuncian públicamente
de cobrar por los mismos en dólares, mientras los salarios son en bolívares devaluados
al 20.000%.
La arena es movediza, hay
rabia en la sociedad venezolana, y el encierro con hambre enardece la situación
de conflicto. Las migajas no son aliciente. Los sectores populares que ayer se
le sumaron en masa a los revolucionarios siglo XXI, hoy son los principales
oponentes. Incluso, los delincuentes que ellos premiaron en su momento, les
roncan en sus propios predios para solicitar salida del poder a los impulsores
de la hambruna y barbarie. Así las cosas, dormir es un problema para los
señores del oficialismo, a quienes ya no les funciona el slogan de guerra económica.
ARTURO MOLINA
@JARTUROMS1
jarturomolina@gmail.com