EL AGUIJÓN
PARÁSITOS
Y PERVERSOS REVOLUCIONARIOS
POR: ARTURO MOLINA

América Latina vive ese
momento. Los liderazgos enfermizos se activan para manejar el doble discurso.
Ante las cámaras y el micrófono asumen poses y expresan opiniones
conciliatorias, pero en privado llaman a la destrucción, el saqueo y la ruina.
Financian con grandes sumas de dinero el pago de personas para que promuevan el
desorden y la confrontación. Se aferran en discursos ramplones para insertar la
lucha de clases entre ricos y pobres, pero promueven la pobreza como estandarte
para su accionar. Se disfrazan de progresistas para disimular su descomposición
social. No saben de ética y moral porque no tienen formación ni sensibilidad
humana. Trabajan de noche porque en el día se les ven las rayas por todos
lados. Hay quienes dicen que las Cebras se quedaron cortas en su rayado. Atacan
la política para evitar la organización y mediación social a favor del respeto
y el reconocimiento.
Venezuela, Chile, Colombia,
Perú, Ecuador, Argentina, Nicaragua… han vivido esa enfermedad, pero
lastimosamente el nicho podrido ha hecho de las suyas en Cuba, allí la
metástasis subsiste y ha tomado energía con la implosión alcanzada en estos
países, quienes han apoyado consciente e inconscientemente la locura que
representan los castro y su camada de dirigentes menesterosos. Los ciudadanos
pagan caro el haber aceptado la presencia en el poder de esos ruines
personajes, quienes le someten para robar sus recursos, naturales, materiales y
económicos, y pisar la dignidad y soberanía de los pobladores.
Los ciudadanos pensantes intentan
agruparse y debatir la necesidad de proteger el sistema de libertades. La
escaramuza que ha dejado la locura del militarismo y los comunistas a través de
la historia comienza a ser considerada como la enfermedad de los siglos que
debe ser extirpada. Su permanencia ha sido posible en países donde existe
respeto a los derechos ciudadanos, pero abrazan la consideración para abusar y
generar caos, discordia. El atentado, saqueo y ruinas a bienes públicos y
privados por parte de los sediciosos parlanchines revolucionarios, parece estar
llegando a su final al exceder los límites permitidos, y comienzan a ser vistos
como simples parásitos y perversos revolucionarios.
ARTURO MOLINA
@JARTUROMS1
www.jarturomolina.blogspot.com