EL AGUIJÓN
CLIENTELISMO
POLÍTICO
POR: ARTURO
MOLINA
@jarturoms1
La soberbia y miopía
del régimen que gobierna a Venezuela es abrumadora. Hay quienes argumentan que
el régimen carece de planificación y por ello la desgracia. Difiero de esa
apreciación, porque lo que sí está claro, (por lo menos para mí), es que lo acontecido
con los llamados socialistas siglo XXI, es auspiciado por ellos para imponer su
modelo político y económico. No creen en la propiedad privada, ni el desarrollo
de los pueblos, menos en las personas y en su condición de ciudadanos, y para
eso se basan en el control social que les facilita la ostentación del poder
nacional, en armonía con la cúpula militar.
Promueven el quiebre
del sector privado para generar dependencia y monopolio; apuestan por el
establecimiento del Estado Comunal contrariando la Constitución vigente;
apuntan a dar prebendas a través del control social generado por el carnet de
la patria (las misiones pasaron de moda). Si no eres afecto al régimen entonces
estas excluido por escuálido, apátrida, antirrevolucionario, imperialista.
Ofrecen incrementos salariales desaforadamente sin disciplina fiscal, ni
aportes a la producción, esa es su objetivo, y para aliviar la carga se
muestran solidarios y arrepentidos en cámara, pero tras bastidores se ríen y
aplauden el exabrupto que generan en contra de los ciudadanos, porque buscan
transformarlos en habitantes sumisos y arrodillados.
La miseria es su
apuesta, e impulsan la inflación y con ello la pobreza, pero se esconden tras
la llamada guerra económica, así entretienen a sus aliados y contrarios. Ofrecen
sin tapujos el hambre y la muerte para favorecer su revolución. La corrupción
no les inmuta, la hacen descaradamente a plena luz del día y traspasan las
fronteras con sus testaferros.
El sistema de justicia
y el resto de las instituciones con autonomía funcional y decisoria, quedaron expuestas a las disposiciones
emanadas desde el Ejecutivo Nacional y su brazo partidista PSUV, permaneciendo
los ciudadanos a merced de la injusticia y la desigualdad ante la Ley.
Prevalece la lealtad partidista por encima de los intereses del país.
Funcionario que actúe en sentido contrario a lo dispuesto por la cúpula que
ostenta el poder tiene lugar seguro en la cárcel, al igual que sucede con la
disidencia.
El régimen está
direccionado desde el extranjero para cambiar el sistema de libertades por el
colectivista. Los Derechos Humanos consagrados en democracia no es su norte,
por ello requieren de endulzar a las personas con dádivas. Su propósito es
alcanzar ese umbral y posteriormente sacudirse y deslastrar a quienes no son de
su conveniencia. El socialismo siglo XXI está dejando el país en escombros, y
se apoya en el clientelismo político como
entrada para alcanzar su objetivo claramente planificado y en desarrollo.
ARTURO
MOLINA
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