EL AGUIJÓN
GOLPES
DE ESTADO-PARLAMENTARIAS
POR: ARTURO
MOLINA
La clave para entender
al oficialismo es atender los pasos que han desarrollado en cada una de las
arremetidas contra factores de la diversidad opositora a lo largo de la
geografía nacional. La estrategia pautada es atacar por diversos flancos a la
disidencia, generando desconcierto y desesperanza en la población, buscando la
deserción al voto, de allí lo acontecido contra diputados a la Asamblea
Nacional, Alcaldes, líderes estudiantiles, periodistas y representantes de la
sociedad civil.
El uso de la represión
a través de los cuerpos de seguridad del país y de los llamados colectivos tienen
el propósito de generar miedo, y sicológicamente lo venían logrando, pero la
presencia e irreverencia de la juventud venezolana, generó aires de esperanza
en la población para considerar el cambio de sistema de gobierno como algo
concreto a mediano plazo.
Los golpes de estado
anunciados por el gobierno, son el mismo cuento del magnicidio promulgado por
el finado comandante de la revolución durante sus años en el poder. La
conspiración se da permanentemente en la calle, en las colas, en los vendedores
ambulantes, porque el pueblo siente en carne viva la crisis, y se expresan
abiertamente con “NOS JODIERON EL PAÍS”.
El llamado a la unidad
se fortalece ante la acción desmedida del oficialismo, pero es débil por la
propuesta desplegada como respuesta al abuso. Las instituciones ciertamente
están secuestradas por el régimen, y están así por errores de la disidencia,
sobre todo en los que han conducido las decisiones políticas en la pluralidad
opositora. La pretensión de algunos jerarcas de los partidos de imponer sus criterios
e intereses por encima de los de VENEZUELA, aleja a sus organizaciones del
sentimiento de la mayoría, y les hacen daño a sus activistas y militantes.
Quienes creemos en la
unidad verdadera de la disidencia al régimen, hemos propuesto la posibilidad de
las elecciones de base para seleccionar los candidatos de la pluralidad
opositora. El llamado es a contarnos todos, tanto los aspirantes a los
circuitos electorales, como en las listas. El pueblo tiene el derecho de elegir
a sus representantes. Llamar a primarias ante el abuso del gobierno no es
respuesta ante ese desmadre institucional, y culminar indicando que la comisión
nombrada acordara las “primarias y los consensos” es simplemente falta de
respeto al elector.
La elección de segundo
grado para repartir el país según la conveniencia de algunos, es dañina y
genera abstención. El proceso de selección debe ser de primer grado, aupando la
participación de todos los sectores de la sociedad venezolana. Lograr la reciprocidad
de la mayoría es blindar el triunfo de las parlamentarias de forma contundente
para auspiciar los cambios requeridos. El llamado a ese tipo de primarias, se entiende es la elección de un sector de la oposición. De esa forma seguirá triunfando
el régimen. La explicación al pueblo es por qué le apuestan a ello. Seguiremos
oyendo de golpes de estado y parlamentarias.
Trinchera Tachirense: www.jarturomolina.blogspot.com