EL AGUIJÓN
TRINCHERAS
CONTRA LA DELINCUENCIA
POR: ARTURO
MOLINA
La lucha por la reivindicación del sistema de libertades
actualmente coartado por el régimen, ha despertado en la mayoría de la
población reacciones diversas, pero que apuntan al cambio del sistema político
y económico pretendido por los gobernantes cubanos para Venezuela. La reciente encuesta
de Keller y Asociados (febrero-marzo 2014) arroja resultados a ser considerados
con la seriedad del caso, ya que de cada 10 consultados, 7 creen que es posible
se produzca un estallido social; pero la respuesta del régimen a esta situación
es incomprensible.
La protesta pacífica en contra de la escasez, inseguridad,
corrupción, inflación, odio, terror, parece ser obviada por los funcionarios
gubernamentales y arremeten contra la sociedad de forma brutal e inaceptable,
atentando contra las personas y la propiedad. La molestia del régimen por el
reclamo existente los lleva a tales exabruptos, y aluden a la expresión de “candelita
que se prende, candelita que se apaga”. El oficialismo entiende que son dueños
de la población y de sus ideas y por ello pretenden el arrodillamiento y humillación
del pueblo ante sus extravagancias, señalando en boca del propio presidente “Tupamaro
puede preñar mujer guarimbera”, en un abierto llamado a la violación.
La implementación del SICAD 2 ha dejado ver claramente el
fracaso de la política económica implementada con una maxidevaluación del
llamado bolívar fuerte en un 722%,( de 10 a 55 bs), transformando el salario
mínimo en uno de los más bajos del mundo, 60 dólares mensuales; por añadidura,
el incremento de los precios regulados en productos alimenticios de consumo
masivo: harina pan 22bs, azúcar 18bs, leche 85bs, espagueti 30bs, igual que el
cemento, pero la realidad de los precios es otra y cada quien la conoce…ayer le
llamaron guerra económica, para quebrar a los comerciantes y enfrentarlos con
la sociedad, hoy le asignarán cualquier mamarrachada para seguirse burlando de
los pendejos y hacerlos cada día más pobres. Alguien (no sé quién) describía el
sistema SICAD de la siguiente forma: SICAD: EL ORIGEN; SICAD 1: LA VENGANZA;
SICAD 2: EL APOCALIPSIS.
Las excusas del régimen son el pan de cada día; las
acusaciones a sectores de la sociedad de la violencia reinante no es más que
correr la arruga ante lo evidente. La desaparición de treinta mil millones de
dólares de las arcas gubernamentales sin responsables, habla mucho de la
impunidad y los socios de tales eventos. El gasto desmesurado en comprar gas lacrimógeno,
perdigones y balas, para reprimir la protesta, está haciendo ricos a países y
empresas extranjeras; si ese dinero se invirtiera en la producción de
alimentos, medicinas, seguridad ciudadana, educación, salud, con empresas
venezolanas…no existiría la protesta, pero la realidad evidencia “trincheras
contra la delincuencia”.