PÉSIMA ESTRATEGIA.
El planteamiento del sector que apoya a Rosales de querer recibir apoyos a juro de sectores que se mueven en la oposición pero que no toman partida con esta, ni con otra candidatura, es equivocado.
La postura de pretender ver la política en blanco y negro, les resta posibilidades de hacer creer que son distintos a los otros. No terminan de entender que hay venezolanos pensando más halla de lo electoral; que les mueve la fibra de querer al país; que no están dispuestos a firmar cheques en blanco a nadie; que se sienten engañados, traicionados por ese tipo de dirigente.
Buscar la polarización para decir lo mismo que dice el sector oficial “están conmigo o contra mí”; eso no es lo que se plantea la mayoría de los ciudadanos. No es la división y el odio el que hará posible la tranquilidad, la paz, la tolerancia, la convivencia: No se arregla un país diciendo una cosa, pero actuando en sentido contrario.
Es lamentable que no se atrevan a ver más halla de sus propias narices; que no entiendan que muchas de las cosas que están pasando tienen nombres y apellidos de gente que se encuentra allí, apoyando esa candidatura, y que ahora quieren pasar agachados como santos que no han partido un plato; pero pretenden presionar a gente honesta y sensata para que se anote a juro.
El alto porcentaje que registran las encuestas sobre ciudadanos potencialmente electores de no acompañar ninguna formula hasta ahora, tiene que ser revisada y tratada con la mano y el ojo de la sapiencia, de la tranquilidad y el tino político indicado.
Venezuela no se termina el tres de diciembre, eso deben tenerlo claro los que están ansiosos por ponerle la mano al erario público; sean estos del sector oficial o de alguno de la oposición.
Comiencen a tratar a la gente como gente; respeten la decisión de cada uno de los venezolanos; presenten las propuestas, y entiendan que no sólo de emoción se vive; también existe la reflexión. No agredan para que no sean agredidos. La estrategia de forzar los apoyos es mala, pésima y llena de ignorancia por parte de quienes la aplican. El actual gobierno lo ha hecho mal, consciente estoy que debe ser cambiado; pero, ¿pretender cambiarlo por quienes? Hace muchos años que se nos robo la felicidad a los venezolanos; esos ladrones están haciendo de las suyas en la quinta al igual que lo hicieron en la cuarta República. El tres de diciembre voy a votar como siempre lo he hecho, pero por quien yo quiera, no por el que me quieran imponer. En todo caso, buena suerte.
El planteamiento del sector que apoya a Rosales de querer recibir apoyos a juro de sectores que se mueven en la oposición pero que no toman partida con esta, ni con otra candidatura, es equivocado.
La postura de pretender ver la política en blanco y negro, les resta posibilidades de hacer creer que son distintos a los otros. No terminan de entender que hay venezolanos pensando más halla de lo electoral; que les mueve la fibra de querer al país; que no están dispuestos a firmar cheques en blanco a nadie; que se sienten engañados, traicionados por ese tipo de dirigente.
Buscar la polarización para decir lo mismo que dice el sector oficial “están conmigo o contra mí”; eso no es lo que se plantea la mayoría de los ciudadanos. No es la división y el odio el que hará posible la tranquilidad, la paz, la tolerancia, la convivencia: No se arregla un país diciendo una cosa, pero actuando en sentido contrario.
Es lamentable que no se atrevan a ver más halla de sus propias narices; que no entiendan que muchas de las cosas que están pasando tienen nombres y apellidos de gente que se encuentra allí, apoyando esa candidatura, y que ahora quieren pasar agachados como santos que no han partido un plato; pero pretenden presionar a gente honesta y sensata para que se anote a juro.
El alto porcentaje que registran las encuestas sobre ciudadanos potencialmente electores de no acompañar ninguna formula hasta ahora, tiene que ser revisada y tratada con la mano y el ojo de la sapiencia, de la tranquilidad y el tino político indicado.
Venezuela no se termina el tres de diciembre, eso deben tenerlo claro los que están ansiosos por ponerle la mano al erario público; sean estos del sector oficial o de alguno de la oposición.
Comiencen a tratar a la gente como gente; respeten la decisión de cada uno de los venezolanos; presenten las propuestas, y entiendan que no sólo de emoción se vive; también existe la reflexión. No agredan para que no sean agredidos. La estrategia de forzar los apoyos es mala, pésima y llena de ignorancia por parte de quienes la aplican. El actual gobierno lo ha hecho mal, consciente estoy que debe ser cambiado; pero, ¿pretender cambiarlo por quienes? Hace muchos años que se nos robo la felicidad a los venezolanos; esos ladrones están haciendo de las suyas en la quinta al igual que lo hicieron en la cuarta República. El tres de diciembre voy a votar como siempre lo he hecho, pero por quien yo quiera, no por el que me quieran imponer. En todo caso, buena suerte.