EL PROGRAMA ALIMENTARIO ESTUDIANTIL
El beneficio que reciben los niños en las escuelas denominado Programa Alimentario Estudiantil (P. A. E.), no puede ser violentado por caprichos e irresponsabilidades. La niñez venezolana necesita atención, cariño, afecto, comprensión, buen trato y respeto como ser humano. La educación es un derecho irrenunciable al igual que la alimentación.
Muchos son los venezolanos que se hacen cargo de este beneficio a través de empresas, micro empresas, cooperativas, que le están fallando a la niñez y a su propia condición de ciudadanos. Pareciera ser que es la condición de miembro CERCANO A LOS JEFES, la que le facilita suspender la alimentación de cientos de niños sin previo aviso, y burlándose de los padres y la comunidad a la que pertenecen estos estudiantes.
La escuela ha pasado a ser un objeto de burla por estos señores (que no son todos), pues les da igual si le hacen la sugerencia de que están atentando contra un derecho de la niñez; del futuro de la patria: la alimentación.
El problema mayor es que suspenden el servicio hasta por una semana; no registran que esos niños viven en condiciones de pobreza; que en muchas oportunidades no saben lo que es probar bocado; les da igual, total ellos están buscando como beneficiarse económicamente; la verdad, no les importa ni tienen compromiso con lo que hacen.
La gran pregunta seria ¿por que el organismo encargado de hacer realidad el Programa Alimentario permite tal situación?; ¿Qué esta pasando con la responsabilidad administrativa que conlleva la misma?; ¿Por qué se siguen otorgando a este tipo de empresa, micro empresa o cooperativa la responsabilidad de llevar los alimentos hasta las escuelas, cuándo no cumplen?; ¿Acaso es que se están beneficiando económicamente también los jefes de estas direcciones? Lo anterior es sólo un pensar en razón del problema y la no solución, pero deja para pensar mucho más allá de lo escrito, por ejemplo, ¿Será que los jefes del organismo son jefes también de la micro empresa, empresa o la cooperativa?; ¿Será que convirtieron el Programa en un negocio redondo?
El papel de las Asociaciones Civiles, de los Consejos Comunales, de la Comunidad Educativa, tiene que ser de vigilancia permanente para obligar a garantizar el servicio en los términos contemplados en la Ley. Los educadores tienen una misión impostergable para supervisar que el Programa se cumpla, pero debe existir colaboración del entorno de la escuela para dejar a un lado el cuento miserable a este no le paren, tranquilos después mejoramos, como si el beneficio de los niños de ALIMENTARSE tiene espera en el tiempo para que los irresponsables decidan algún día mejorar.
A los venezolanos nos esta llegando la hora de entender que la impunidad esta haciendo el mayor de los daños a la sociedad actual y a la formación de las nuevas generaciones; poner en práctica la Educación en Valores significa predicar con el ejemplo.
El Programa Alimentario Estudiantil (P. A. E.) es un beneficio para los niños estudiosos de VENEZUELA; no es la cuna de enriquecimiento de cuatro o cinco “ABUSADORES” que se amparan en el amiguismo para hacer con este Programa lo que les viene en gana.
Suspender la alimentación de los niños por capricho debe llevar tras las rejas a tales irrespetuosos del derecho de la niñez de recibir Alimentación Oportuna. La pregunta entonces es, ¿Habrá conciencia y aplicación de justicia para hacerlo?
Muchos son los venezolanos que se hacen cargo de este beneficio a través de empresas, micro empresas, cooperativas, que le están fallando a la niñez y a su propia condición de ciudadanos. Pareciera ser que es la condición de miembro CERCANO A LOS JEFES, la que le facilita suspender la alimentación de cientos de niños sin previo aviso, y burlándose de los padres y la comunidad a la que pertenecen estos estudiantes.
La escuela ha pasado a ser un objeto de burla por estos señores (que no son todos), pues les da igual si le hacen la sugerencia de que están atentando contra un derecho de la niñez; del futuro de la patria: la alimentación.
El problema mayor es que suspenden el servicio hasta por una semana; no registran que esos niños viven en condiciones de pobreza; que en muchas oportunidades no saben lo que es probar bocado; les da igual, total ellos están buscando como beneficiarse económicamente; la verdad, no les importa ni tienen compromiso con lo que hacen.
La gran pregunta seria ¿por que el organismo encargado de hacer realidad el Programa Alimentario permite tal situación?; ¿Qué esta pasando con la responsabilidad administrativa que conlleva la misma?; ¿Por qué se siguen otorgando a este tipo de empresa, micro empresa o cooperativa la responsabilidad de llevar los alimentos hasta las escuelas, cuándo no cumplen?; ¿Acaso es que se están beneficiando económicamente también los jefes de estas direcciones? Lo anterior es sólo un pensar en razón del problema y la no solución, pero deja para pensar mucho más allá de lo escrito, por ejemplo, ¿Será que los jefes del organismo son jefes también de la micro empresa, empresa o la cooperativa?; ¿Será que convirtieron el Programa en un negocio redondo?
El papel de las Asociaciones Civiles, de los Consejos Comunales, de la Comunidad Educativa, tiene que ser de vigilancia permanente para obligar a garantizar el servicio en los términos contemplados en la Ley. Los educadores tienen una misión impostergable para supervisar que el Programa se cumpla, pero debe existir colaboración del entorno de la escuela para dejar a un lado el cuento miserable a este no le paren, tranquilos después mejoramos, como si el beneficio de los niños de ALIMENTARSE tiene espera en el tiempo para que los irresponsables decidan algún día mejorar.
A los venezolanos nos esta llegando la hora de entender que la impunidad esta haciendo el mayor de los daños a la sociedad actual y a la formación de las nuevas generaciones; poner en práctica la Educación en Valores significa predicar con el ejemplo.
El Programa Alimentario Estudiantil (P. A. E.) es un beneficio para los niños estudiosos de VENEZUELA; no es la cuna de enriquecimiento de cuatro o cinco “ABUSADORES” que se amparan en el amiguismo para hacer con este Programa lo que les viene en gana.
Suspender la alimentación de los niños por capricho debe llevar tras las rejas a tales irrespetuosos del derecho de la niñez de recibir Alimentación Oportuna. La pregunta entonces es, ¿Habrá conciencia y aplicación de justicia para hacerlo?