DESCONFIANZA Y FALTA DE CREDIBILIDAD
La oposición venezolana entra en un escenario de complicaciones para captar el electorado; ya no vasta sólo con anuncios en favor de la democracia, deben sostener un brazo propulsor que anime al colectivo social a participar en las elecciones presidenciales. La carrera por la silla de miraflores esta dejando rezagados por no encontrar propuestas que atraigan a los electores; esos rezagados están tanto del lado oficialista como de parte de la oposición.
La primera pared que deben derribar los de oposición (Manuel Rosales, Benjamín Rauseo, entre otros), es la de rescatar la credibilidad y confianza en los ciudadanos, para intentar sumar votos que les permitan desmontar el ventajismo que ostenta el candidato oficialista (el gobierno), cosa nada fácil después de haber cometido la imprudencia de retirase de las elecciones parlamentarias de diciembre 2005.
Decir ahora que el gobierno pretende aprobar LEYES que van a imponer la ideologización de la sociedad a través de la EDUCACIÓN, y de la Paternidad de nuestros Hijos, no les ayuda, pues fueron ellos mismos quienes entregaron en bandeja de plata la Asamblea Nacional al CONTROL del oficialismo; por el contrario, una masa importante de venezolanos conscientes de que debe cambiar el gobierno actual, les reclamamos tal cobardía y estado de indefensión en que nos dejaron ante los representantes del sector oficial.
La rabia entonces puede ir contra quienes llevaron a la sociedad por el camino equivocado; buscar la rectificación es saludable, pero hasta el momento no llena las expectactivas que a diario se plantea la población; eso está allí y no puede ser capitalizado por sector alguno, pues la duda se mantiene y crece al paso de los días y de los "debates" que se observan en la contienda electoral.
Por otro lado el oficialismo pareciera ser se le termino la creatividad, y con la consecuencia de ser gobierno durante ocho años, no han podido cumplir con las promesas realizadas cuando desenfundaban baterías contra los gobiernos y gobernantes de ayer (quizá los mismos de hoy), lo que les complica las cosas a la hora de culpar a otros sin revisar lo que esta pensando y opinando el común de los ciudadanos; también de este lado se ha perdido apoyo sazonado con desconfianza y no credibilidad.
En ultima instancia se encuentran los pretenciosos que llaman a la abstención, tratando de hacerse los lideres de la población que se siente con nauseas por lo que acontece; tal vez no se dan cuenta que buena parte de esa abstención es contra ellos mismos; en todo caso de este lado hay menos credibilidad y confianza.
Sin embargo el gran decisorio es el elector; él y sólo él debe sortear los difíciles caminos a transitar para generar sus propias condicones de vida; lo importante es que en el futuro podamos contar con instituciones y liderazgos para beneficio de los venezolanos; claro si se aprende a convivir con base a la seriedad que implica la propuesta; ello ayudaría en la confianza perdida, despreciada por aduladores y populistas de oficio.
La oposición venezolana entra en un escenario de complicaciones para captar el electorado; ya no vasta sólo con anuncios en favor de la democracia, deben sostener un brazo propulsor que anime al colectivo social a participar en las elecciones presidenciales. La carrera por la silla de miraflores esta dejando rezagados por no encontrar propuestas que atraigan a los electores; esos rezagados están tanto del lado oficialista como de parte de la oposición.
La primera pared que deben derribar los de oposición (Manuel Rosales, Benjamín Rauseo, entre otros), es la de rescatar la credibilidad y confianza en los ciudadanos, para intentar sumar votos que les permitan desmontar el ventajismo que ostenta el candidato oficialista (el gobierno), cosa nada fácil después de haber cometido la imprudencia de retirase de las elecciones parlamentarias de diciembre 2005.
Decir ahora que el gobierno pretende aprobar LEYES que van a imponer la ideologización de la sociedad a través de la EDUCACIÓN, y de la Paternidad de nuestros Hijos, no les ayuda, pues fueron ellos mismos quienes entregaron en bandeja de plata la Asamblea Nacional al CONTROL del oficialismo; por el contrario, una masa importante de venezolanos conscientes de que debe cambiar el gobierno actual, les reclamamos tal cobardía y estado de indefensión en que nos dejaron ante los representantes del sector oficial.
La rabia entonces puede ir contra quienes llevaron a la sociedad por el camino equivocado; buscar la rectificación es saludable, pero hasta el momento no llena las expectactivas que a diario se plantea la población; eso está allí y no puede ser capitalizado por sector alguno, pues la duda se mantiene y crece al paso de los días y de los "debates" que se observan en la contienda electoral.
Por otro lado el oficialismo pareciera ser se le termino la creatividad, y con la consecuencia de ser gobierno durante ocho años, no han podido cumplir con las promesas realizadas cuando desenfundaban baterías contra los gobiernos y gobernantes de ayer (quizá los mismos de hoy), lo que les complica las cosas a la hora de culpar a otros sin revisar lo que esta pensando y opinando el común de los ciudadanos; también de este lado se ha perdido apoyo sazonado con desconfianza y no credibilidad.
En ultima instancia se encuentran los pretenciosos que llaman a la abstención, tratando de hacerse los lideres de la población que se siente con nauseas por lo que acontece; tal vez no se dan cuenta que buena parte de esa abstención es contra ellos mismos; en todo caso de este lado hay menos credibilidad y confianza.
Sin embargo el gran decisorio es el elector; él y sólo él debe sortear los difíciles caminos a transitar para generar sus propias condicones de vida; lo importante es que en el futuro podamos contar con instituciones y liderazgos para beneficio de los venezolanos; claro si se aprende a convivir con base a la seriedad que implica la propuesta; ello ayudaría en la confianza perdida, despreciada por aduladores y populistas de oficio.