El AGUIJÓN
PARTICIPAR ES RESISTIR.
Por: Arturo Molina
Insisto, las
elecciones del 25 de mayo representan mucho más que un simple trámite
electoral. Son una oportunidad concreta para que los ciudadanos del estado
Táchira —y de toda Venezuela— reafirmen su descontento, su esperanza y su
voluntad de cambio. Eso no implica olvidar, ni arrodillarse. Sin embargo, en el
tramo final de la campaña, resurgen viejas tácticas que solo buscan
desinformar, dividir y debilitar el poder de decisión popular. No es casual que
los ataques más feroces provengan de sectores que, con palabras disfrazadas de
radicalismo opositor, terminan sirviendo —consciente o inconscientemente— al
continuismo que dicen rechazar. El registro de los resultados concebidos
mediante la inacción o las actuaciones erróneas es evidente en los largos
veinticinco años (25) que llevan en el poder los llamados revolucionarios del
siglo XXI.
Invocar la
abstención como acto de rebeldía solo fortalece a quienes han hundido a nuestros
espacios regionales y municipales en la precariedad. Los verdaderos demócratas
no llaman traidor a quien piensa distinto. El respeto por la pluralidad y el
disenso es el pilar de cualquier sociedad que aspire a ser libre. Encuentros y
desencuentros siempre van a ser parte del escenario. Pretender que todos actúen
como autómatas obedientes a una línea incuestionable es incompatible con la
esencia misma del pensamiento democrático. Al autoritarismo hay que enfrentarlo
donde más le duele: el terreno de la participación, de las ideas, del contacto
directo con la gente. La matriz de opinión de que todo seguirá igual es lanzada
desde el propio gobierno y repetida por algunos actores “políticos” que
apuestan al fortalecimiento de la antipolítica y se cobijan bajo el manto de
la oposición. Ese es su fuerte. La lucha por la reivindicación del sistema de
libertades no se hace desde el confort de la casa o el encierro de la oficina.
Quienes luchamos
por descentralizar el poder, por instaurar una doble vuelta electoral que evite
que las minorías se impongan a la mayoría, y por promover leyes que garanticen
el desarrollo local, el empleo real, el salario digno y el impulso de sectores
claves como la salud, la educación, la cultura y el emprendimiento, lo hacemos
con sentido de responsabilidad, compromiso y transparencia. Nadie se quema las
manos por otro. Si alguien tiene argumentos sólidos (cero chismografías) para
demostrar que algunos han actuado como serviles al gobierno, entonces debe
presentarlos para que los mismos respondan por sus acciones. Esas son
responsabilidades muy personales; deben ser castigados, y el voto es una
herramienta para hacer eso posible. El odio no tiene cabida en la lucha por las
reivindicaciones del sistema de libertades, el respeto a la autonomía
institucional y la voluntad de los ciudadanos. El voto fue una conquista, no
un regalo. Saber elegir es otra cosa.
Proponemos
ideas viables, modernas y necesarias; algunas de ellas son la creación de una bolsa
agrícola digital que dignifique al productor tachirense, la constitución de
una capital binacional entre Táchira y Norte de Santander que revitalice
la frontera y el fomento del trabajo juvenil fuera de la burocracia
gubernamental, para que nuestros jóvenes dejen de ver la migración como
única alternativa. Pero todo eso solo será posible si se vota. Sí se participa.
Si se comprende que abstenerse es terminar de regalarle el poder a quienes ya
nos lo han arrebatado casi todo. Si quienes apoyan al actual gobierno regional
consideran que han hecho una buena gestión, están en su derecho de ratificarlo
con su voto. Quienes vemos con claridad las consecuencias de la
desinversión, la destrucción de los servicios, el éxodo de talentos, la falta
de futuro y el arrebato al sistema de libertades, también tenemos el derecho —y
el deber— de expresarlo en las urnas, por difícil que el gobierno nos la
ponga.
El 25 de
mayo, elige y vota por una propuesta seria, con visión, con compromiso y con
trabajo comprobado. Vota por Daniel Ceballos para la Gobernación del Táchira
y por quienes, como yo, Arturo Molina, candidato a diputado al Consejo
Legislativo en voto lista, seguimos creyendo en una Venezuela
donde el voto sea sinónimo de esperanza y no de resignación. Vota en la tarjeta
de Soluciones para Venezuela, la del mapa, ubicada al centro y a la
derecha. Participar es resistir. Nuestro respeto a la opinión distinta.
Arturo Molina
@jarturomolina1
www.trincheratachirense.blogspot.com
jarturomolina@gmail.com