EL AGUIJÓN
MICHELLE
BACHELET
POR: ARTURO MOLINA

No es pretensión entrar en
terreno fangoso, cierto es que la mayoría de los ciudadanos desea el cambio de
sistema político, y con ello de sus actuales gobernantes, pero apresurar las
conclusiones del informe aún desconocido por el simple hecho de que la señora
Bachelet no se enfrasco en agredir o señalar a quien se acusa de violador de
los Derechos Humanos en Venezuela, es ser cándido. Es conocido de los abusos
que el régimen acomete contra la disidencia y los ciudadanos en general
violando todos los derechos establecidos en la DUDH, pero los eventos no pueden
adelantarse solo porque así lo pretenda un sector. Cada momento vale y el haber
escuchado a los actores involucrados requiere ahora de revisar y plantear
alternativas de solución.
Señalar a la señora Bachelet
de representante o amiga de Nicolás porque en su juventud asumió banderas de
lucha integradas a factores de izquierda y por ser militante del partido
socialista chileno, que algunos agentes políticos han pretendido satanizar con
el argumento de que todo lo que viene de allí es dañino, obliga a revisar la
esencia de la postura de quienes se sienten los buenos. Eso sucede cuando
ciertos dirigentes pretenden la confrontación permanente para tener discurso,
pero es un discurso vacío y por ende sin propuesta, inviable y frustrante.
Los espacios de lucha y
participación política no se pueden abandonar. Seguir apostando a la guerra de
las armas no beneficia al cambio, al contrario atornilla al actual sistema
político. Negar posibilidad de acordar proceso electoral, con mediación
internacional confiable, es descartar la vía menos costosa y de invaluable
beneficio para la democracia y sus instituciones. Eventos electorales donde se
ha llamado a la abstención han dejado profundo vacío en la representación del
ala democrática en suelo venezolano. Así sucedió con las elecciones
parlamentarias de 2005 (craso error). También ha sucedido cada vez que se abre
un espacio electoral, como el de gobernadores y alcaldes. Los gritos de los
abstencionistas que apuestan a la anti política, se han impuesto a la participación
ciudadana y con ello han servido la mesa para la instalación del sistema
colectivista.
Esos apurados tienen alta
responsabilidad en la catástrofe que vive la sociedad venezolana. Reclaman
derechos y actúan en sentido contradictorio para oxigenar al contrario. Eso lo
sabe el señor Nicolás y sus aduladores revolucionarios siglo XXI, y actúan en
consecuencia.
El problema de Venezuela lo
solucionan sus habitantes. El mundo tiene sus ojos puestos sobre nuestro
territorio y las actuaciones del actual sistema de gobierno. Prestan su ayuda y
presionan para evitar la continuidad del abuso. La presencia de Michelle Bachelet
es significativa. Hay que esperar por informe final, pero no esperen el llamado
a la guerra de las armas, ni a la intervención extranjera. Seguramente habrá
penalizaciones contra ese cacle de gobernantes, pero lo más importante es
recuperar el sistema de libertades. Con ello todo cambiará, sin eso todo
empeorará.
Arturo Molina
@jarturoms1