EL AGUIJÓN
LA
VOLUNTAD CIUDADANA NO SE LIMITA
Los ciudadanos que tienen
ejemplo de familias que han actuado con respeto, impulsando valores y
principios para la convivencia sustentada en la libertad de expresión y la
pluralidad, son en esencia quienes conforman la mayoría del país, y por ende
apuestan al rescate de la democracia como sistema político para alcanzar
crecimiento y desarrollo socio político y socio económico.
Las pretensiones de una
representación minoritaria de vulnerar los derechos de esa mayoría, están
recibiendo el desplante de sus propios seguidores, quienes rechazan
abiertamente la manipulación asumida con descaro por el oficialismo al
pretender comprar la conciencia ciudadana con dádivas, y posteriormente
someterlos a las injusticias de la pobreza y la dependencia gubernamental.
El régimen ha creado toda
clase de absurdo para beneficiar el delito. Así en 20 años de usufructuar el
poder, ha apostado por el incremento de la delincuencia. Los amigos de lo ajeno
roban libremente a cualquier hora del día o noche, convirtiéndose en amenaza
pública, pero de ello se hacen los ciegos los oficialistas. Quienes cometen el
delito pareciera ser son altos panas de los funcionarios de seguridad ciudadana
y están autorizados para realizar fechorías en busetas, calles, avenidas,
veredas, barrios, urbanizaciones, escuelas, universidades, semáforos,
estacionamientos. No hay aplicación de política pública para contrarrestar ese
flagelo, la que “existe” es para profundizarlo.
El apoyo a la corrupción es
materia a revisar por las personas en el contexto del sistema colectivista. Funcionarios
adscritos a cuerpos de seguridad han sido denunciados por los ciudadanos ante
el atropello al que son sometidos permanentemente en alcabalas o en su libre tránsito,
para persuadirlos de entregar dinero, o lo que produce, lo contrario pueden ser
acusados de violar la norma, no importa si eso es verdad o mentira, lo que vale
es el pago, y de demorarse en hacerlo
efectivo, puede ser objeto del incremento de la solicitud económica, hasta
llevarla a divisa extranjera, bien con el dólar, euro o el peso.
El aumento en los servicios
públicos es el ala que mueve el régimen para terminar de extraer de los
bolsillos de las personas los poquísimos recursos económicos que recibe y hacer
a los funcionarios cómplices de sus planificadas acciones, y si se niega a
hacerlo, es sacrificado en nombre de la justicia injusta, pero justa para los
revolucionarios siglo XXI.
La distracción es permanente
como estrategia gubernamental para evitar la protesta ciudadana. La crisis
humanitaria ya no es escondida, pero se disimula con propaganda. El pago del
salario ya no es quincenal porque la moneda nacional se volvió sal y agua, y se
anuncia semanalmente pretendiendo engañar una vez más a las personas. Largos 20
años han pasado con el mismo anzuelo y distinto nombre, pero, la voluntad de
los ciudadanos por alcanzar los cambios en democracia no logran limitarla los
mercaderes de la política.
ARTURO
MOLINA
@jarturoms1
www.jarturomolina.blogspot.com
