EL AGUIJÓN
¿LA
PROPUESTA?
POR: ARTURO
MOLINA
TWITTER:
@JARTUROMS1

El quiebre de la moral
ciudadana ha sido trabajado con sapiencia por el régimen de los revolucionarios
siglo XXI. Reconstruir el tejido social requiere de alta ingeniería. La
inclusión no puede ser un discurso para conquistar voluntades, hay que
demostrarlo, asumirlo con conciencia y dejar de lado la actitud de choque
contra quienes piensan distinto, y comenzar a mostrar el camino para alcanzar
el cambio de sistema de gobierno totalitario por el de libertades. No se trata
de cambiar a un presidente por otro, o un funcionario por otro, se trata de ser
responsable en el manejo de la cosa pública, para depurar la impunidad e irresponsabilidad
con la que se maneja el señor Nicolás y su entorno, como legado a lo iniciado
por el finado Presidente galáctico. La
alternativa democrática tiene el compromiso y responsabilidad de relanzar el
país por el sendero del desarrollo y la productividad, con el esfuerzo e
integración de la empresa privada, sector público, trabajadores, estudiantes y
sociedad en general, pero antes hay que cambiar el actual gobierno nacional.
El protagonismo
perverso de sectores políticos y económicos por el control del poder, y su
falta de compromiso para cumplir ofertas en lo que denominan la cuarta
república, llevaron a la decepción ciudadana, facilitando el discurso mesiánico
de los dirigentes radicales y frustrados de ayer, quienes hoy avivan la
confrontación entre las personas y someten a las instituciones a su capricho.
Las instituciones no tienen porque recibir la descarga de molestia ciudadana
para resarcir lo que hizo persona alguna. Allí se transita por aguas turbulentas
que conllevan al error, al igual que lo ha sido la llamada quinta república.
Los ciudadanos que se
van del país escapando del totalitarismo y la barbarie, no solo son del sector
disidente al actual sistema de gobierno, también son del sector oficialista,
quienes han dejado de creer en esos pseudo dirigentes. Se marchan cansados del
odio, y la miseria impuesta por sus camaradas a través del engaño y
manipulación. Son seres humanos con familia, padecen hambre y enfermedad, y los
ingresos económicos le son exiguos para contrarrestar el alto costo de
medicamentos y alimentos. El cuadro de deterioro social es dantesco y grosero
por la cantidad de recursos económicos dilapidados o sustraídos de las arcas
públicas por funcionarios del régimen con sonrisas burlonas en sus labios. La
responsabilidad no puede ser evadida, y menos perdonada. Allí la impunidad es
mala consejera.
En condiciones de
respeto a la norma electoral no cabe duda de que el régimen pierda las
elecciones presidenciales y cualquier otra a la que se convoque, pero también
hay que decir, que la desunión en la alternativa democrática abre la puerta
para que el régimen se sostenga en el poder aún siendo minoría. En
consecuencia, para derrotar el totalitarismo, además de ser mayoría, se
requiere de unidad de criterio y de acción. Las posiciones adelantadas en
factores de oposición, le ha brindado excelentes oportunidades al oficialismo,
allí hay otro error que genera desconfianza en los ciudadanos.
El 64% de los
venezolanos desean votar para cambiar el régimen. 75 % es el rechazo al actual
Presidente de la República y su sistema totalitario. La posibilidad de relanzar
la alternativa democrática mediante plataforma incluyente de todos los sectores
de la sociedad, con decisiones lo suficientemente debatidas y aprobadas por la
mayoría de sus integrantes es la vía para alcanzar la unión deseada por los
ciudadanos. Restituir la credibilidad y confianza de las personas hacia sus
dirigentes y representantes es tarea que debe ser asumida con la responsabilidad
que el momento histórico señala. Hay que exigir sin complejos el respeto a la
Ley electoral y las condiciones allí señaladas. El error de las parlamentarias 2005
no puede repetirse. El mesías esperado por algunos está en veremos. Sin unidad
no hay cambio, y la propuesta se desconoce. Así estamos.
ARTURO
MOLINA
www.jarturomolina.blogspot.com