EL AGUIJÓN
DERROTAR
LA DESESPERANZA
POR: ARTURO
MOLINA
@JARTUROMS1

Los oficialistas son
elocuentes para herir al adversario. Estimulan la provocación para atraer la
desgracia por la vía de la confrontación bélica. Procuran el desarme de los
ciudadanos para armar la delincuencia y someter cualquier desavenencia. Se
reparten los dineros públicos y posteriormente se acusan entre sí para distraer
la atención del común y engañar ilusos.
En el socialismo modelo
siglo XXI, la soledad es su reinado. Las masas los ponen nerviosos al
presentarse en las calles. La protesta es satanizada y asesinan a mansalva.
Promueven el populismo con descaro. Regalan lo ajeno, y patentizan el auge del
dinero inorgánico. Cada palabra que emiten lleva la banalización en sus
entrañas. Juzgarlos es tarea de valientes para evitar conceptos altisonantes.
El régimen es
especialista para crear desunión entre amigos, vecinos y familiares. Alcanzaron
el propósito de incluir en sus marramuncias a miembros de las fuerzas armadas y
ahora los chantajean si les dejan solos. La cooperación para apuntalar la
corrupción no acepta traiciones. Convierten a sus seguidores en desechables si
contrarían sus órdenes. En otros casos se acuerdan para aparentar desunión
entre ellos con el objetivo de penetrar la disidencia y posteriormente entregar
la información a sus mentores.
Los socialistas siglo
XXI juegan con la mente de las personas. Generan la necesidad para fortalecer
la dependencia. Los valores no tienen asiento en sus actuaciones. La
Constitución es letra muerta, o simplemente la usan para sus beneficios y
conveniencia. Los derechos ciudadanos son conculcados cuando ellos así lo
desean, y las instituciones secuestradas. Aparentar es su estilo, y el prójimo
su objeto de manipulación. Profesionales con debilidades formativas se han
prestado para tal esclavitud.
La imposición del
pensamiento único es rechazada por la mayoría de las personas. La vía para
salir del tirano encuentra su alimento en la esperanza de cambios en
democracia. Esa mayoría de la sociedad venezolana se hace sentir como
ciudadanos y reclama sus derechos por encima de la adversidad. Los lideres y
dirigentes políticos demócratas están obligados a actuar en correspondencia.
Para curar las heridas hay que tener el valor de enfrentarlas, y unidos,
derrotar la desesperanza.
ARTURO
MOLINA
www.jarturomolina.blogspot.com