EL AGUIJÓN
CANALICEMOS
LA ANGUSTIA
POR: ARTURO
MOLINA
@JARTUROMS1

La resistencia de los ciudadanos
en oponerse con firmeza por la vía pacífica y constitucional a la farsa
constituyente, y haciendo uso de los artículos 333 y 350, ha generado
reacciones desproporcionadas en los desequilibrados mentales, quienes pretenden
la confrontación en armas, para tener excusas y acribillar a los demócratas disidentes.
Los ciudadanos, conscientes de la responsabilidad existente por restituir el
sistema de libertades se han plantado y con coraje desafía a los asesinos.
El mundo entero se ha
enterado de la realidad existente en Venezuela. Se ha tenido que transitar
camino lleno de vicisitudes para demostrar lo que dentro y fuera de la
geografía nacional no se creía. Fueron muchas las voluntades compradas por la
chequera petrolera nacional en manos de la aberración y la delincuencia.
La juventud ha dado el
paso de rescatar la democracia. Se ha expuesto para generar la barrera a la
pretensión hegemónica. Se han convertido en la fuente de la nueva Venezuela.
Son el grano que da vida en aquellos que se entregan. Son el opuesto a los
dictadores. Viven la desgracia sin ser responsables de la existencia de los
tiranos. Mueren asesinados, y en su cara brilla la sonrisa que transmite
esperanza. Son los nuevos LIBERTADORES.
La obsesión del poder
ha marcado a los desequilibrados mentales. La política no reina en su
pensamiento. La burla es expresión de sus miedos. Son reflejo de la ignorancia
y atienden al capricho de dárselas de valientes porque tienen armas. Les espera
la cárcel perpetua y eso no les permite dormir tranquilos. Los sobresaltos les
llegan a toda hora del día, y el reclamo de sus propias familias es el mensaje
claro a su cobardía.
Las elecciones generales
son un clamor en la sociedad para establecer los cambios requeridos. Le compete
a la Asamblea Nacional cumplir con el mandato dado por los ciudadanos el 16 de
julio 2017. No hay espacio para la ambigüedad. La unidad de propósito exige
unión de los ciudadanos. Mantener la organización y actuar con disciplina
permitirá restituir el hilo democrático en tiempo perentorio.
No hay que perder el
foco. Lloremos a nuestros hermanos caídos; acompañemos a sus familias en el
dolor que ello significa. Alcemos nuestra cabeza, miremos de frente. Llenémonos
de fuerza. Mordamos nuestros labios. Traguemos grueso. La protesta pacífica
pero contundente en la calle sigue. Vienen momentos difíciles. En 122 días de
protesta, se ha ganado, y mucho. Ya no se les puede llamar gobierno, son DICTADORES
ASESINOS. El triunfo del bien sobre el mal está cerca. Canalicemos la angustia.
ARTURO MOLINA
www.jarturomolina.blogspot.com