EL AGUIJÓN
VESTIDOS Y ALBOROTADOS
POR: ARTURO MOLINA
La marcha convocada por la Mesa de la Unidad Democrática
(MUD) para el primero de septiembre, y donde se sumaron los diversos factores
de oposición (para protestar contra el abuso de poder, el hambre, inseguridad y
miseria impuesta desde el oficialismo al noble pueblo venezolano), contó con
presencia importante de los ciudadanos, quienes en tono de paz y respeto
exigieron la fijación de fecha para la recolección del 20% de las firmas para
que se celebre el Referéndum Revocatorio en 2016, y cambiar pacifica y
constitucionalmente el actual gobierno.
La arremetida comunicacional desarrollada por el régimen para
evitar la presencia ciudadana en el evento no les funcionó.
Tampoco les dieron resultados los anuncios esgrimidos en
torno a que se estaría fraguando Golpe de Estado y violencia durante el
desarrollo de la protesta.
Las amenazas de despidos y el cierre de vías públicas para el
libre tránsito con estrategias propias de regímenes dictatoriales, fueron superados
por las personas que con decisión se trasladaron hasta la Capital de la
República.
La mayoría de la sociedad venezolana envió su mensaje, pero,
mucho me temo no va a ser oído por la dirigencia política del oficialismo.
La dirigencia política de oposición requiere de amplitud, de
incorporar a diversos factores de la sociedad que no necesariamente están en
partidos políticos, entendiendo que estos son fundamentales para el sistema de
libertades.
Escuchar alternativas para enfrentar la dictadura con
organización y dialogo social es pertinente; la exigencia de cambio de gobierno
por la mayoría de venezolanos ameritan ser atendidas.
La contundencia en el reclamo no puede dejarse de lado. Evitar
la violencia no significa olvidar el por qué se protesta. Una cosa es violencia
y otra complicidad.
La protesta social, pacifica, debe continuar. Las rectoras
del CNE no pueden seguir dilatando la fecha de la recolección del 20% de las
firmas exigidas en la Constitución (lo demás es inconstitucional), y en
consecuencia fijar la fecha del revocatorio ya.
La salida de las rectoras del CNE tampoco puede seguirse
demorando. Hay que rescatar la institucionalidad del país en todos sus órdenes.
Venezuela está inmersa en un chispero.
La violencia pretendida por el oficialismo no se les dio: se
quedaron vestidos y alborotados.
ARTURO MOLINA