EL AGUIJÓN
TODO ES AL REVÉS
POR: ARTURO MOLINA
@JARTUROMS1
Los escenarios políticos, sociales y económicos en Venezuela
se encuentran en implosión. La crisis auspiciada por la revolución siglo XXI ha
hecho mella en su propia estructura. Ya ni sus “militantes” creen en sus
dirigentes.
Escuchar a los ilustres representantes de la “revolución
bolivariana” expresar que con el incremento del salario mínimo les están
resguardando, o mejor aún, protegiendo el poder adquisitivo a los ciudadanos,
es ver como esos pseudo dirigentes se colocan de espalda a los sectores
sociales desposeídos, para incrementar la pobreza.
La desfachatez con la que se administran esos “revolucionarios”,
los lleva a asumir posturas irracionales en contra del reclamo de la mayoría de
los venezolanos para que se aplique el referéndum revocatorio presidencial en
2016, y responden que “ellos no le tienen miedo al referéndum, sólo quieren
llevar adelante su propuesta gubernamental”. La del hambre, miseria, muerte y
esclavitud. Son descarados. Representan la escoria.
Son los representantes del socialismo siglo XXI ladrones de
profesión. La llegada al poder tenía como propósito el saqueo al erario público
y quebrar el aparato productivo. Se robaron los dineros de los venezolanos,
quebraron PDVSA y aspiran la impunidad.
Son “dirigentes” sin valores morales y éticos. La amenaza es
su defensa; esa es la muestra de su ignorancia y desconocimiento del actuar del
venezolano.
En la revolución siglo XXI los buenos son los malos. Se le
aprecia al delincuente y se va contra el honesto. Se visualiza la disidencia
como enemigo y se auspicia el uso de las armas contra la sociedad desarmada por
parte de grupos irregulares. Transformaron la ilegalidad en legalidad.
La autonomía institucional no existe, sólo logran sobrevivir
quienes se arrastren al poder del régimen. El que pone el estiércol no acepta
reclamos, pero le reclama al que actúa con responsabilidad y compromiso
ciudadano. Todo es al revés.
ARTURO MOLINA