EL AGUIJÓN
REVOCATORIO-CONSTITUYENTE-ASAMBLEA
NACIONAL
POR: ARTURO
MOLINA
El debate nacional en torno a la salida constitucional del
gobierno de Nicolás y el fracaso de la revolución, ha generado opiniones
diversas, todas valiosas, meritorias del análisis y el respeto de los demócratas
venezolanos. El planteamiento toma cuerpo en las alternativas de Referendo
Revocatorio, Asamblea Nacional Constituyente y Asamblea Nacional.
El referendo revocatorio establecido en la Constitución
Nacional, en el Título III, capítulo IV, sección segunda, artículo 72,
señala las condiciones para activarlo( Cumplimento de la mitad del mandato y
20% de las firmas del registro electoral). Nicolás fue electo en abril de 2013,
la mitad de su mandato es para abril de 2016. Constitucionalmente para ese
petitorio se debe esperar. Sin embargo, es importante destacar que una cosa es
lograr la activación del referendo y posteriormente la votación de los
ciudadanos por la opción de revocatoria del mandato (más de los votos obtenidos
por el mandatario y con participación igual o superior del 25%, de los electores
inscritos en el registro electoral).
La Asamblea Nacional Constituyente se encuentra establecida
en el Título IX, capítulo III, artículos 347 y 348; la posibilidad de su
convocatoria para la alternativa democrática estaría en la recolección del 15%
de las firmas inscritas en el registro electoral, las demás las controla el
oficialismo. Sus iniciadores promueven un nuevo ordenamiento jurídico
sustentado en el Estado Federal Descentralizado (EFD), versus el Estado Federal
Centralizado (EFC), motivado al agotamiento del último. Igual que el referendo,
una cosa es convocarla, otra su aprobación.
Los dos planteamientos anteriores requieren de acuerdos,
organización, promoción y resultados efectivos, lo que indica tiempo, fuerte
inversión y desgaste, pero no dejan de ser llamativos para soluciones a
posteriori.
Se
presenta la opción de la Asamblea Nacional, cuya elección debe hacerse en
septiembre de 2015, y entre las responsabilidades estaría el de nombrar las
nuevas autoridades de los distintos poderes producto del vencimiento de su
mandato. Ciertamente no es la alternativa para nombrar un nuevo presidente de
la República en lo inmediato, pero es el mecanismo cercano para frenar los atropellos
y abusos del actual gobierno nacional en contra de la Constitución Nacional y
los ciudadanos. Para hacer posible ese propósito se requiere de ganar
contundentemente. Alcanzar la unión, con desprendimiento e inclusión es la iniciativa
a consolidar en los factores disidentes al oficialismo. Los errores cometidos
con el llamado a la abstención y el retiro de los candidatos en la elección de
la Asamblea Nacional de 2005, no pueden volver a repetirse, porque se ha pagado
con creces tal desacierto. Se puede pensar distinto, pero el objetivo es el
mismo: lograr un nuevo gobierno.
El meollo del asunto radica en la conformación del Consejo
Nacional Electoral (C.N.E). Tres de las actuales autoridades deben salir por
vencimiento de sus funciones, y es la vigente Asamblea Nacional quien debe
nombrarlos, con la aprobación de las tres cuartas partes de sus miembros. La
estrategia de los factores democráticos debe girar en torno a ello; hacerse
sentir y exigir el cumplimiento del deber. Es perentorio frenar el abuso del
oficialismo. La protesta organizada, direccionada, responsable, con contenido,
es la alternativa para corregir los desafueros gubernamentales e
institucionales.
@JARTUROMS1
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