EL AGUIJÓN
¿CUÁL
ES LA DIFERENCIA?
POR: ARTURO
MOLINA
@JARTUROMS1
E-mail: jarturomolina@gmail.com
El
escabroso tema de la escasez de divisas para honrar deuda y su precio real
frente a la regulación del gobierno, ha generado movimientos turbulentos en las
esferas del oficialismo, quienes al mejor estilo de la tauromaquia tratan de
aminorar los ánimos de la población ante la expectativas y el descontento
creciente por el uso deficiente de las mismas.
Diferentes
alternativas ha presentado el gobierno para la adquisición de la moneda Americana;
nombres diversos han adoptado para disimular el descalabro, sin tener éxito,
dado el nivel de control de esa moneda desde hace ya 14 años. La visión
implantada del estado súper poderoso hace aguas en el escenario de la economía
mundial, golpeando fuertemente el bolsillo de la población, especialmente a los
más necesitados.
La
política de subsidios ha crecido para favorecer escenarios electorales, pero
distantes de ser políticas públicas para solventar por un tiempo determinado
las dificultades presentes en sectores de la población en pobreza; por el
contrario se ha generado toda una estructura de violación a las normativas
legales, para amparar la corrupción y tapar a través del reparto de migajas.
La
impunidad ha sido la regla a seguir y el silencio la contribución a romper con
valores como la honestidad, responsabilidad, respeto y seriedad en el manejo de
los asuntos públicos. Cualquier excusa es asomada con la finalidad de torcer el
rumbo de las investigaciones y evitar la aplicación de sanciones.
El
tan sonado caso de los ochocientos mil dólares en territorio argentino; la
forma en cómo viajaron hasta ese lugar; el transporte utilizado y el destino
final, gozó de la investigación de las instituciones de ese país. En Venezuela,
fue escenario para culpar a otros; hablar de magnicidio; expropiar; meter a la cárcel
a algún opositor y acusar de la posible invasión planificada por el gobierno americano,
para luego tirar a los bolsillos de algunos venezolanos un dinero y destacar lo
ejemplar de la revolución. Los culpables no aparecieron y los amigos del
fallecido presidente bailaron y siguieron llenando sus bolsillos, como ejemplo
de esa SOLIDARIDAD y LEALTAD, está el caso del BANDES.
Son
cientos los casos de corrupción denunciados por distintos venezolanos en contra
de la administración del actual gobierno. Recientemente aparece un nuevo escándalo
con un ciudadano que portaba la cantidad de cuatrocientos sesenta mil euros;
salieron sin problema de Venezuela y fueron descubiertos en el lugar de
destino; los transportaba un funcionario del IND, y desde ese momento las
excusas son el baremo.
Cosas
como: es un dinero para cancelar gastos de alojamiento, comida, movilización de
los deportistas en representación de Venezuela, salieron a luz pública en
principio. Ante la pregunta del por qué no habían sido declarados, surgieron
entonces respuestas distintas: las firmas fueron falsificadas; ya se había
denunciado tal irregularidad; ahora no son cinco, sino más de sesenta los
hechos fraudulentos cometidos…hay deportistas del volante que recibieron hasta
sesenta millones de dólares en un año.
El
descubrimiento de tal irregularidad, ha generado la delación de otros casos
conocidos por un séquito del gobierno, tal como ocurrió con lo de Antonini Wilson; es
desde afuera dónde se develan los hechos de corrupción cometidos por los
funcionarios del oficialismo; para ellos estos señores son servidores de la patria;
quienes raspan las tarjetas son traidores y corruptos. La pregunta es ¿cuál es
la diferencia?