EL AGUIJÓN
LAS OPOSICIONES DEBEN
LLEGAR A ACUERDOS
POR: ARTURO MOLINA
twitter@jarturomolina
Blog: Trinchera
Tachirense
Jarturomolia.blogspot.com
Facebook: jarturomolina
La
realidad política venezolana es contunde en los cambios operados, obligando a
los actores políticos a revisarla con cuidado, para establecer los mecanismos
integradores de la sociedad. Las variaciones suscitadas contienen el deseo del colectivo social, pero se muestra
profundamente dividida para alcanzar sus aspiraciones en las transformaciones
requeridas.
Se
demanda de un vinculo que sea capaz de aglutinar a los factores políticos y la
sociedad en su conjunto, y debe ser a través de un proyecto político serio, con
alcance nacional e interactuado con los espacios regionales y locales, para
permear y facilitar el encuentro social a través de ideas coherentes, capaces
de inducir la participación de la pluralidad venezolana.
Las
oposiciones al actual oficialismo, requieren en consecuencia del entendimiento,
para canalizar efectivamente el sentimiento del pueblo, y hacer los aportes en
esa dirección, desde perspectivas sensatas e incluyentes, fortaleciendo la recuperación
de la institucionalidad y el liderazgo desaparecido, para reestablecer la
credibilidad y confianza de la sociedad hacia sus dirigentes y lideres políticos,
hoy venidos a menos, o en todo caso, efímeros.
Los
acuerdos deberían contener propuestas de preocupaciones del colectivo social,
tales como: la inseguridad personal; el desempleo; el acceso y calidad de la
educación; las carencias en el sistema de salud; las carencias del sistema
judicial (hoy sesgado, partidizado, excluyente); incremento de los bajos índices
de productividad; mejoras sustanciales a los trabajadores en todos sus niveles
y especialidades; revisión de los marcadores económicos para generar el
equilibrio, disminuyendo el alto costo de la vida y los niveles
desproporcionados de la inflación; replanteamiento del petróleo como recurso
para la inversión y la transformación del país; descentralización de las
decisiones y recursos; es decir, un programa de gobierno, pensado y plasmado a
través de políticas públicas, consolidadas a través del consenso y no por el
uso de la imposición o la fuerza, permitiendo disminuir la pobreza e
incrementar la calidad de vida de los venezolanos.
Lo
anterior, se puede visualizar en la dirección de la democratización del
capital, presencia de partidos políticos policlasistas en conjunción con la
sociedad civil no partidizada, pero con derechos y deberes; concreción de un
estado regulador e inversor, por un lado para evitar los abusos y la explotación,
y por el otro para direccionar recursos,
facilitando con ello la coexistencia de lo público y lo privado, y el
fortalecimiento del proceso de descentralización a gobernaciones, alcaldías y
comunidades organizadas.
Adicional
al programa de gobierno único y consensuado, el acuerdo de las oposiciones debe
contener aspectos fundamentales para lograr la unión, tales como: implementación
de la no reelección; tarjeta única para la transición; inclusión de todos los
factores políticos (partidos, sociedad civil organizada, sindicatos, gremios,
agrupaciones vecinales, comunales, personalidades, universidades, instituciones
educativas, entre otros), un gobierno de unidad nacional.
Alcanzar
los acuerdos, requiere de la madurez política que la sociedad reclama a sus
dirigentes, abandonando el criterio del mesianismo y la minimización o
desaparición del otro, entendiendo la realidad presente, e involucrando a esa
otra parte del país existente, permitiéndoles y asegurándoles sus derechos en
el escenario de participación y representación, para canalizar el debate plural
y extinguir la polarización asfixiante, benefactora de “algunos”, contraria a
los intereses de las mayorías o minorías, pero presentes en el escenario
nacional, regional y local.