EL AGUIJÓN
POLÍTICAS PÚBLICAS y POBREZA.
POR: ARTURO MOLINA
La pobreza es un flagelo de la humanidad. Algunos
gobernantes apuestan por mantener a las personas sumergidas en ese mundo. Atentan
contra toda superación que pueda generarse. Desde la planificación
gubernamental se elude la política pública que cimiente las bases para
minimizar el impacto negativo en el desarrollo de los países. Desarrollados,
sub desarrollados, atrasados y como se les quiera llamar, son parte de un
escenario donde se conjuga el poder y el control en manos de minorías, en
detrimento de las mayorías. Voceros con diferentes matices salen al ruedo a
atacar las posturas de unos contra otros, para que la sociedad los vea como los
redentores, y terminan siendo el fraude personalizado.
Venezuela, un país bendecido por la abundancia de
recursos naturales, renovables y no renovables, enfrenta el desafío de superar
la pobreza que afecta a una parte significativa de su población. La pobreza no
es solo una condición económica, sino también una situación que limita el
acceso a la educación, la salud y las oportunidades de desarrollo. En este
contexto, las políticas públicas emergen como herramientas cruciales para
abordar las causas y consecuencias de la misma, pero su éxito depende de la
integración de esfuerzos entre el gobierno, el sector privado, la sociedad y
las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs). La profundidad y responsabilidad
con el que sean asumidas tendrá su efecto en el mediano y largo plazo. De
persistir el blanco y negro, visto desde la exclusión, el daño será mayor.
La calidad de las políticas públicas es fundamental
porque contribuyen a establecer un marco de acción que atienda las necesidades
básicas y promueva la equidad social. La efectividad de las mismas debe ir más
allá de las dimensiones materiales y fisiológicas de la pobreza, abordando
también sus aspectos sociales y culturales. Además, la participación
comunitaria en la política social ha demostrado ser un factor clave para el
éxito de las intervenciones, ya que permite que las soluciones sean más
pertinentes y sostenibles, al igual que la integración del sector privado es
crucial, ya que puede aportar no solo inversión, sino también innovación,
eficiencia y experiencia en la gestión.
Avanzar en la superación de la pobreza requiere de un
plan coordinado, basado en datos actualizados y reales sobre ese flagelo en suelo
venezolano, que aborde un enfoque holístico desde las causas estructurales y
sus efectos. Los sectores más vulnerables deben recibir la atención inmediata
para ayudarlos a salir de esa difícil situación. Desde esa perspectiva las
políticas públicas deben estar bajo el estricto mandato de la inclusión y la
equidad. El compromiso debe trascender a las diferencias y el sesgo ideológico
para unir esfuerzos y apostar al bien común.
Los gobernantes serán juzgados a través de la historia
por sus logros, convertidos en legados en el tiempo. Pretender que la pobreza
es vital para mantener en el poder a una clase gobernante, es igual a no
entender que el mundo cambió, y que la planificación de políticas públicas son una
prioridad.
ARTURO
MOLINA
@jarturomolina1
www.trincheratachirense.blogspot.com
jarturomolina@gmail.com