EL AGUIJÓN
PREJUICIOS y SESGOS
POR: ARTURO MOLINA
La imprudencia en algunos seres humanos parece ser el
camino asumido por quienes transitan la escuela de la torpeza como guía en sus
actuaciones. La desvalorización a todo y a todos, les inunda el pensamiento. Es
una especie de miopía inducida por magos que hacen uso de la confrontación
permanente. Algunos les llaman los fracasados. Encasillan a las personas en
roles antagónicos, evitando que la vista entre en alguna de las preciosidades
que pueda poseer ese otro ser humano, y se arriman solo a las etiquetas y las
diferencias. Tal vez no están entendiendo que con esa actitud se degradan a si
mismos, y eso los conlleva a la toma de decisiones equivocadas, al privarse de
las bondades excluidas.
Se ha convertido en común
observar como el fragor del debate productivo, edificante, enriquecedor, se ha
dejado de lado para dar paso a la amenaza y la descalificación, con acciones
inclusive, malintencionadas. El apresuramiento en juzgar al otro es ajustado a
los incompetentes, convirtiéndolos en prisioneros de sus propias limitaciones.
Todo se traduce en incapacidad, al desconocer la diversidad de opiniones que
devienen de los seres humanos. La desinformación, la ceguera iracunda y el
desespero por hacerse o mantenerse en el poder, cierra las puertas para las
soluciones constructivas, acarreando consecuencias nefastas para los
venezolanos en general. La ausencia de una visión de país que integre y permita
la sana convivencia ciudadana, no les permite ver el horizonte, y el ombligo se
les hace grande e impenetrable. Las demandas de los ciudadanos son depositadas
en el subsuelo, porque la innovación le suena a conspiración. La sirena de la
ambulancia les causa tembladera.
Entran en un terreno sin
retorno al pretender demonizar al adversario político. Con la arrogancia
exhibida obstaculizan cualquier consenso o acuerdo. Tal vez ese es el camino
seleccionado, pero no terminan de pisar tierra firme para entender que esa
expresión no es de la mayoría de los ciudadanos. Los venezolanos decidieron
transitar el camino electoral para buscar el cambio de sistema de gobierno, de
ahí no los va a poder mover nadie. Su testimonio está en la calle. Apuesta a
las soluciones conjuntas. No agrede a nadie, y exige en justicia respeto al
Estado de Derecho. Pensar distinto no es un delito en democracia, y así está
establecido en la Constitución Nacional de la República.
Las actuaciones desmesuradas
de los lideres políticos, erosiona la confianza y empatía de sus propios
seguidores, limitando aún más las posibilidades de éxito. Las diferencias son
la oportunidad para aprender y crecer como ciudadanos, personas, vecinos,
familia. Es el valor agregado para producir conocimiento. Las respuestas no las
tiene una sola persona, ni un solo gobierno. Ella es posible con el concurso de
otros, muchos otros, y aun así, puede existir la equivocación. Hay que dejar a
un lado los prejuicios y sesgos, para asumir el rol de dirigentes, lideres,
estadistas. Seres humanos dignos de servir a la humanidad. Los gobiernos pasan,
las instituciones quedan.
ARTURO
MOLINA
@jarturomolina1
www.trincheratachirense.blogspot.com
jarturomolina@gmail.com