EL AGUIJÓN
DEL MISMO CHORRO, EL MISMO RESULTADO.
POR: ARTURO MOLINA
La activación del diálogo entre el gobierno y un sector de la oposición representada en la élite que apostó por la abstención y otros caminos verdes, como la vía para ilegitimar al régimen, se ve débil ante cualquier acuerdo, si es que el oficialismo acepta algo. La arrogancia de los llamados G4, G3, y ahora “plataforma unitaria” los lleva a creer que pueden decidir por sí solos quienes forman parte de la disidencia. En momentos hablan de puros e impuros, en otros no se sabe que dicen. En consecuencia, ese diálogo nació chucuto, fuera de contexto. Genera dudas en todos lados. Hay quienes les llaman la mesita coja. La ausencia de credibilidad y liderazgo se reproducen en desconfianza al 100000%. Así las cosas, lo que se avizora es un monólogo.
El
presidente de Colombia expresó públicamente sus propuestas para avanzar en esa
conversación como un acto de buena fe, y así se anticipa el esfuerzo
diplomático de otros países de América y Europa. Igual lo hizo el representante
del gobierno. También hay quienes están pendientes si los actores de la mesita
G3 y el oficialismo se hablaron, arrugaron la cara, dieron la mano, o
simplemente se miraron, y que palabras usaron para dirigirse mutuamente. Lo que
está claro es que los interlocutores de la mesita G3 en el monólogo, se cuidan
de dar a conocer sus puntos centrales. Tal vez se les ocurre cuchichear sobre elecciones
libres, transparentes, con condiciones supra, y hasta lleguen a susurrar sobre
los presos políticos e inhabilitaciones. Pudiera alguien expresar que el
monólogo es simplemente una fanfarria publicitaria, y que el interés real de
ese encuentro es consolidar estrategia para evitar salga a la luz pública cualquier
acto de corrupción de Monómeros, Citgo, Ayuda Humanitaria, entre otros.
La
incertidumbre florece y genera todo tipo de supuestos. La llamada mesita coja
G3, nombra de forma unilateral comisiones de primarias, y les entregan a su vez
el reglamento de las mismas. Allí impiden participación de quienes ejercen
oposición responsable, y llaman a consolidar la unión de la disidencia, con
método y metodología acordada por todos. Eso no le agrada a la mesita coja G3,
y actúan autocráticamente, haciendo uso de la descalificación e improperio. Tal
vez la estrategia es repetir la hazaña del 2018: dejar pasar el tiempo,
excluir, generar discurso rebajado de las condiciones electorales e
ilegitimidad, para mantener adeptos, y al tener la tarea cumplida, de
participar, cantar fraude, y retirarse a sus aposentos de verano. De no
participar, llamar divisionistas a quienes se atreven a señalar el error en el
que incurren. Reivindican la desesperanza de los creyones, y 6 años más para
los actuales gobernantes.
El
diálogo es necesario para alcanzar acuerdos que integren, lo contrario es apostar
a la nada. Los ciudadanos deben reflexionar sobre lo que acontece y no caer en
la trampa de la manipulación. Alcanzar el cambio es obra de todos, pero con la
saliva proveniente del mismo chorro, se obtendrán los mismos resultados.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
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