EL AGUIJÓN
EL
ABISMO
POR: ARTURO
MOLINA
TWITTER: @JARTUROMS1

Las amenazas ya no son
en privado. La pérdida de control se patentiza cuando los llamados colectivos
se atreven a desafiar públicamente al propio Ministro de la Defensa. Le
recuerdan que ellos son miembros de las fuerzas armadas, están organizados y
armados. Se habla de muertos, y de los vivos que utilizaron a esos muertos. Se
persiguen y privan de libertad. Los de ayer ya fastidian, la cárcel es el
destino. Terminado el botín, con la investigación internacional abierta, y los
expedientes cada día llenándose de pruebas por delitos diversos, los
revolucionarios apean la mula y asumen el grito: “sálvese quien pueda”.
Ya el tintero que moja
la pluma para asentar la letra en el papel, no es para informar sobre si el
señor Maduro es Colombiano o no, porque está claro que lo es; el dilema se
pronuncia ahora por dar a conocer la realidad de la muerte del Ex Presidente
Chávez, no solo en la fecha, sino en los actores que indujeron esa desaparición
física. Resurgen preguntas con base a su prematura enfermedad y posterior
muerte ¿Con quiénes compartía mayormente? ¿Por qué su enfermedad se consolido
de tal forma de la noche a la mañana? ¿Por qué viajó tanto a la Cuba de los
dictadores Castro, y luego su enfermedad? ¿Por qué se empeño en nombrar como
sucesor al señor Nicolás y no a Cabello? ¿De dónde vino tal propuesta y cuál
era el interés de concretarla? Tal vez lo que tienen la información guardaron
silencio para no desmejorar su interés (ingreso), y quizá así lo hizo la propia
familia. ¿Se conocerá la verdad? Hay quienes dicen “entre cielo y tierra no hay
nada oculto”, al extremo que el hambre y la miseria impuesta a los venezolanos
tiene nombre y apellido: los dictadores Castro Ruz.
Los ciudadanos se
mueven con destreza para evadir la persecución del oficialismo. Han aprendido a
decir sí, pero la dirección es no. Y la verdad sea dicha, juegan al igual que
han jugado con ellos. La desilusión marca pauta en hogares y familias. Los
elementos disociadores sembrados por el régimen comienzan a ir en su contra. Lo
incomprensible de los revolucionarios siglo XXI es la traición a la patria,
generaron su abismo, y en el diccionario aparece así: “es un espectáculo para
tristes donde éstos pueden profundizar en el abismo profundo de su propio ser”.
ARTURO MOLINA
www.jarturomolina.blogspot.com