EL AGUIJÓN
TODOS
SOMOS NECESARIOS
POR: ARTURO MOLINA
@JARTUROMS1

La implantación de la
miseria como modo de vida por parte del régimen ha generado rechazo sistemático
por parte de los ciudadanos, creando severas molestias en los tiranos, quienes
apelan al populismo y ofrecen 20.000 plazas de empleo para los jóvenes, cuyo “único
requisito” es la presentación del carnet de la patria. Anuncian la activación
de los centrales azucareros, empresas de cemento, de cabilla, aluminio, y
dotaciones de insumos a hospitales y atenciones de 24 horas diarias a los
pacientes y ciudadanos en general. Mientras eso dicen, sus lacayos visitan clínicas
privadas y les roban los insumos que allí mantienen para el cuidado de sus
pacientes. Nadan en la mentira y el estiércol, esas son sus credenciales.
Igual desfachatez y
abuso sucede para la obtención de alimentos, y el deterioro en la prestación de
los servicios públicos, (agua, energía eléctrica, gas domestico, educación),
pero se registran inversiones en otros países para solventar la situación.
La protesta no violenta
ha proporcionado al mundo evidencias contundentes sobre la presencia de
gobernantes contrarios al sistema de libertades en suelo venezolano,
enfureciendo aún más a los dictadores, quienes asesinan a mansalva a jóvenes
que luchan a favor de la democracia; persiguen, detienen y siembran evidencia a
disidentes políticos, aplicando la tortura psicológica y física como estrategia
para sembrar el terror en los ciudadanos.
La Constitución
Nacional establece mecanismos para defender los acuerdos establecidos para la
convivencia ciudadana en caso de ser violentados. La desobediencia civil es el
recurso que debe asumir cada venezolano, sustentado en los artículos 333 y 350
de la misma.
La organización
ciudadana es fundamental para alcanzar el éxito en la lucha a favor del sistema
de libertades. Los Comités por la Defensa de la Democracia es la vía para
articular el disentimiento ciudadano hacia la dictadura y evitar la
implantación del comunismo fascista En cada cuadra, vereda, manzana, vecindario,
núcleos familiares, es imperativo constituirlos y activarlos. Participamos
todos para evitar la catástrofe, o perdemos todo lo que se ha construido y
conseguido con esfuerzo y sacrificio, para asumir la sumisión, esclavitud,
miseria, hambre y muerte obligada como sistema de vida.
La protesta no violenta
en la calle, pero endurecida, y organizada, es la ruta para desalojar al tirano del poder.
Todos somos necesarios.
ARTURO MOLINA
www.jarturomolina.blogspot.com