EL AGUIJÓN
COMO SEA
POR: ARTURO MOLINA
Las escenas adelantadas en la precampaña electoral a la
Asamblea Nacional, avizora guerra sin cuartel en la campaña a iniciarse el
trece de noviembre próximo. Los candidatos se aprestan a desarrollar la última fase
electoral con el ímpetu de los gladiadores.
Los aspirantes que se sienten perdedores comienzan a mostrar
las uñas cortadas por los dientes, e intentan cualquier banalidad para procurar
manipular la opinión de los ciudadanos en contra de su adversario.
El oficialismo amenaza a lo mero macho con ganar como sea, o
de no entregar el poder legislativo si llegan a perder, e incluso hablan de la
conformación de juntas militares, olvidando que desde hace dieciséis años gobiernan
algunos de ellos, con altísimas reprobaciones en sus gestiones administrativas,
y quienes diariamente desplazan a los civiles en las posiciones relevantes para
la toma de decisiones.
Intervienen conversaciones telefónicas y las hacen ver como
conspiraciones. El delito es decir que la situación en Venezuela es crítica, y
que los ciudadanos sufren el alto costo de la vida impuesto sin clemencia por
el régimen, con la inflación cercana al 500%, y la corrupción e inseguridad
desbordada.
El salario mínimo lo
incrementan a un poco más de los nueve mil bolívares mensuales, y la canasta
básica se dispara a casi los sesenta mil bolívares. Desconocen los contratos
colectivos de los trabajadores y reducen a decretos inconsultos los beneficios económicos,
negando otros.
La acción populista de la llamada “guerra económica” les ha
servido para atropellar empresarios en cualquier nivel, haciendo uso desmedido
de los organismos del estado para generarles pérdidas, y obligarlos a cerrar
sus locales. La escasez y las colas se incrementan diariamente.
La oposición oficialista olvido su rol y se dedican a sembrar cizaña contra otros disidentes, por el
simple hecho de atreverse a dar a conocer sus propuestas y negarse a seguir las
torpezas de la élite. Se vive de gritos y apariencias. El reclamo social carece
de interlocutores creíbles.
El desafuero de la élite opositora es de tal magnitud, que
luego de despreciar candidaturas naturales como la del médico veterinario Edgar
Contreras en el circuito 3, Táchira, ahora le ofrecen la posibilidad de
apoyarlo, pero lo obligan a renunciar a las tarjetas que lo postularon. Algo
así como “queremos que ese circuito se pierda”. Que desvergüenza.
La estrategia del régimen de crear exclusión y abstención se “entiende”
por la pérdida de apoyo ciudadano. Lo que llama a la reflexión es la actitud del
ala de oposición oficialista, quienes apuestan por la desmotivación y el
descredito. Es raquítico el servicio a favor del sistema de libertades y la
pluralidad política. Le hacen el juego al PSUV, y pretenden endosarlo a otros.
El seis de diciembre es la oportunidad para reivindicar la
democracia. La sociedad quiere cambio y eso sólo es posible con dirigentes comprometidos
con los ciudadanos y la descentralización para la toma de decisiones. Venezuela
tiene con que, depende de su gente.
Bienvenido el debate. Dale con la punta del pie al chantaje. Distingue a los creadores de
la guerra sucia, y castígalos con el voto el 6D.
@JARTUROMS1 jarturomolina@gmail.com
Trinchera Tachirense: www.jarturomolina.blogspot.com