EL
AGUIJÓN
¿ALEGRÍA DE QUÉ?
POR: ARTURO
MOLINA
La expresión de algunos dirigentes de
oposición ante los medios de comunicación, de sentirse complacidos por la
inscripción de 110 precandidatos para la elección de segundo grado a realizarse
el 17 de mayo de acuerdo a las pautas dadas por el C.N.E. en 35 de los 38
circuitos ofertados de un total de 98, llama a la reflexión.
Alegrarse de la no inscripción de
precandidatos en 3 circuitos, con el esquema de los consensos, es el análisis incompleto
de lo que en realidad puede estar pasando (ausencia de liderazgo, desmotivación
e inconformidad), exigiéndose una revisión exhaustiva para impedir el quiebre,
antes que vociferar hacia afuera la excusa como mecanismo para persuadir.
Lastimosamente se juega a la
desmotivación; se enfrió lo que pudo ser una fiesta democrática con
participación masiva de electores, activados en torno a sus candidatos, tocando
puertas, visitando barrios, urbanizaciones, caseríos, aldeas, universidades,
con un mensaje alentador, realizable, claro, en pro del rescate de la
institucionalidad y el debate proactivo a favor del sistema de libertades y las
garantías constitucionales.
La grotesca distribución del país, se
convierte en reparto de élites, confiscando la participación de otros actores
con la imposición de normas preñadas de malas costumbres y distantes del sentir
democrático. Se recurrió al laboratorio de eliminar al disidente interno por la
vía de la guillotina, amparados en el espejismo de creerse dueños de las
decisiones de los ciudadanos, pero hacia afuera se hacen señalamientos del
régimen de turno exigiendo amplitud y participación en las institucionalidad
del país, y que por vía del voto así debe ser asumido, caso especifico
Directiva de la Asamblea Nacional y sus Comisiones.
La política excluyente del régimen, ha
sido tomada por un sector de la oposición venezolana y la han puesto en práctica
al dedillo, pero le venden a los electores que se debe ir en unidad y con ello
se apropian del desespero y el pedido contundente de cambio del oficialismo.
La polarización es la estrategia a
mantener por esos actores y buscan con ello obligar a quienes no militan en sus
posturas a arrodillarse ante sus pretensiones hegemónicas, tal cual pretende el
régimen para con los venezolanos, lo que amerita ser revisado en profundidad.
La posibilidad de ganar abrumadoramente la AN, es castrada por las imposiciones
de la macolla, y ante eso surge la interrogante ¿alegría de qué?
TRINCHERA TACHIRENSE: www.jarturomolina.blogspot.com