EL AGUIJÓN
TÁCHIRA
GOLPEADO POR LA REVOLUCIÓN
POR: ARTURO
MOLINA
El título del artículo es producto de los constantes ataques
que ha sufrido la población tachirense desde que llego la revolución del siglo
XXI al gobierno. El pensar distinto y manifestarlo a través del voto se lo han
querido cobrar al pueblo durante estos 16 años de gerencia revolucionaria.
En el ejercicio del poder de factores adversos al
oficialismo se le negaron recursos para importantes obras al Táchira, y se
generó conflictos permanentes entre la gestión nacional privando a la regional
de cumplir con su cometido; viéndose en la mayoría de los casos como un acto de
saboteo. A las dependencias regionales, se le creaban otras con las mismas
responsabilidades a nivel nacional y se giraban instrucciones a sus
funcionarios para no permitir el avance de la gestión regional, llegándose incluso
a negar los permisos requeridos para iniciar obras de importancia en beneficio
de los ciudadanos.
La presencia del señor Ronald Blanco la Cruz, se convirtió
en un martirio para los trabajadores del Ejecutivo Regional, quienes eran
vejados y humillados al quitarles sus fines de semana, obligándolos a barrer
calles de la ciudad capital, bajo amenaza de ser despedidos si no lo hacían.
Buscaron en ese entonces un slogan para tapar la arbitrariedad y el abuso: “TACHIRA
BONITO”.
Los recursos para desarrollar proyectos en el Estado no se
vieron por ningún lado, de nada sirvió la presencia de un amigo del mandatario
nacional al frente de la gerencia nacional; por el contrario, los guisos con
los recursos del pueblo se hicieron presentes, con compras con sobre precio,
obras mal ejecutadas y nominas de funcionarios inexistentes, pero con tímidas
sanciones del ente contralor a los funcionarios involucrados, en los casos en
que se realizó contraloría.
La nueva gerencia tiene dos años en el poder y
lamentablemente la gestión es negativa. Se ha buscado a través de los medios de
comunicación crear una fiesta para intentar vender imagen de gobierno en
positivo, pero olvidan que en Táchira cada quien está pendiente de lo que se
hace, y los resultados son medidas coercitivas para los ciudadanos, a falta de
planificación de políticas públicas serias, efectivas.
El odio impregnado en la clase gobernante ha negado la
inyección de recursos de importantes obras en desarrollo por el gobierno
anterior y que benefician a sectores de la zona sur y la montaña. La troncal 5,
a la salida de San Cristóbal y la altura del Corozo dejó de recibir recursos
para la ampliación y modernización de ese tramo vial, producto de la ceguera e
insensatez del gobierno de Vielma Mora, convirtiéndolo en un peligro para la
circulación vehicular y peatonal. El Gobernador sin obras que mostrar, sigue
golpeando al Táchira en nombre de la revolución.
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(TRINCHERA TACHIRENSE)