EL AGUIJÓN
LA DUDA EXISTE
POR. ARTURO MOLINA
Blog: Trinchera
Tachirense
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Semanariodigital.com
A
ocho días de haberse realizado el proceso eleccionario para elegir al nuevo
presidente de Venezuela, y habiendo proclamado el CNE al señor Nicolás Maduro
como el ganador de la contienda electoral con un mínimo margen del 1%, se ha generado
toda una serie de acciones por parte de los dos principales candidatos en
pugna, dado el no reconocimiento del señor Henrique Capriles hacia el ya
proclamado y juramentado Nicolás Maduro.
La propuesta del
rector del CNE Vicente Díaz, el mismo día domingo 14A, después de ser anunciados
los resultados, de que se contarán TODAS LAS PAPELETAS DE LOS VOTOS, por lo
estrecho de los resultados y, por la duda de una de las partes, tomo fuerza en
su momento, cuando fue aceptada por el señor Nicolás Maduro y por el señor
Capriles; para luego ser negada por el comando de Nicolás, y se monto la
zozobra existente.
El
forcejeo mediático ha sido la ventana que ha permitido a los venezolanos irse
enterando de las decisiones adelantadas en el caso de esas elecciones,
partiendo desde los llamados a cacerolear hasta los desafueros de algunos
actores del oficialismo por las acciones emprendidas en el sector oposición (ya
no mediáticas, sino de puños), como las ocurridas en el seno de la Asamblea
Nacional; y la persecución a los
funcionarios públicos, quienes han sido objeto de despidos, y amenazas de revisión
de sus teléfonos celulares; negando de esta forma el derecho al pensamiento
distinto, y la decisión apegada a la conciencia.
Los resultados
electorales deben llamar a la reflexión de los actores políticos en pugna; es
un derecho el decidir a quien se elige, para ello la existencia del voto, y no
puede en democracia ser objeto de presión por las partes involucradas, incluso
por aquellos quienes no participan. La gente tiene el derecho a reclamar con su
voto si esta de acuerdo o no con la gestión de gobierno; jamás a que se le
etiquete como un ser perteneciente a corriente política en particular, al ser
este un acto personalísimo, no de segundos o terceros.
El
pronunciamiento de la presidenta del CNE, el día jueves sobre la aprobación de
ese organismo de auditar las 12.000 cajas no verificadas el día de las
elecciones , abrió la puerta a la sensatez y a bajar los ánimos exaltados en
ambos sectores, para conciliar y rescatar el prestigio del proceso cristalino,
pulcro, y de resultados ajustados a el mandato del pueblo; aceptada de
inmediato por el señor Henrique Capriles, señalando como suficiente la revisión
de esas 12.000 cajas, para demostrar las irregularidades planteadas; pasando
luego a convertirse en pugilato por parte de la presidenta y otra rectora del
CNE; si dijo, no dijo, se equivocan, no fue lo que se dijo…y pare de contar.
Venezuela no
debe entrar en un entramado de dimes y diretes; hay un resultado electoral que
en cualquier parte del mundo, donde se tenga vocación democrática, se destacaría
como un empate técnico; lo sano, prudente, es facilitar el modo y la manera de
dirimirlo, sin perjudicar al colectivo social.
Hay cientos de reclamos a ser revisados; abrir
las cajas de las papeletas; contar los votos; auditar las máquinas, cuadernos y
huellas, es el clamor de la mayoría de los venezolanos; si el ganador es el
presidente en funciones Nicolás Maduro, que se le reconozca y respete como tal;
si es lo contrario, se debe asumir la decisión del pueblo por parte de los
actuales gobernantes. No es momento para jugar; no es problema de candidato, es
de VENEZUELA: LA DUDA EXISTE.