EL AGUIJÓN
MANIPULACIÓN Y
DEMOCRACIA
POR: ARTURO MOLINA
La democracia se ve acosada constantemente por la
sombra de la manipulación y el control que ejerce el gobierno nacional sobre
las instituciones, evitando que asuman sus competencias, obligándolas a
interactuar según sus pretextos. La elección presidencial en suelo venezolano
fue convocada para el 28 de julio 2024, era la fecha que había anunciado el
oficialismo meses atrás, nada de que sorprenderse.
Convocado el proceso, solo resta asumirlo, para
salir adelante con el cambio requerido. Las garantías electorales se convierten
en el pilar básico que permite garantizar la libre participación de los
electores a manifestar su voluntad, y con ello la defensa de este, a través de observadores
nacionales e internacionales, representantes institucionales y los designados
por los postulantes, con la orientación del Consejo Nacional Electoral (CNE),
alejados de la intromisión externa. No es solo un mecanismo técnico, sino la
vía que permite asegurar la transparencia, justicia y equidad del proceso,
antes, durante y después de la elección.
La persecución política al disidente es
demostración de debilidad, al negar la participación al ciudadano a expresar
sus ideas, presentar propuestas y obtener información, dando pie a que se eleve
la voz anunciando fraude, trayendo como consecuencia la deslegitimación del
ganador. La opción para alcanzar los cambios en paz, están representados en la
vía electoral como mecanismo apropiado para dilucidar las diferencias
políticas. La estrategia y organización son fundamentales para avanzar en ese
propósito.
La inducción que ejerce el gobierno en la
deficiente prestación de servicios públicos tiene la intencionalidad de seguir
ejerciendo control social sobre las familias, y así someterlos a sus designios.
Esto, conjugado con la violación permanente de los derechos humanos (DDHH),
tiene impacto directo en la calidad de vida de las personas, con ello socavan
la confianza en las instituciones, y espantan a los electores de las urnas
electorales. Esa es la forma disimulada de promover la abstención, que algunos
opositores han comprado, y con ello favorecen al actual sistema de gobierno. La
trampa de la manipulación es la estrategia de la autocracia, para defenestrar
el sistema de libertades.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
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