EL AGUIJÓN
AVANZAR
CON LA ESTRATEGIA POLÍTICA INTELIGENTE
POR: ARTURO MOLINA
La crisis venezolana ha
llenado de escepticismo a los ciudadanos. Las posturas emocionales socavan lo
fino del pensamiento para ir a la trivialidad. La mezcla de colores no existe y
se apuntan a ver los blancos y negros. La inconsistencia es propia de los
aficionados que gritan a rajatabla, o pretenden que sus acciones sean
consideradas como parte de su lógica ideológica. El mesianismo invade la
postura y desprende la realidad ante la sumisión. El impulso desenfrenado de
los actores políticos fortalece ese esquema, y en oportunidades la
irracionalidad ciega la conciencia ciudadana. Todo un plan de acción funcionando
al estilo de la inquisición.
Los llamados al vuelvan caras
entran en el terreno de los habilidosos lanza cuchillos (que se dejan ven en los
espectáculos públicos que dan los dueños de los circos), pero que en la calle
son disimulados para quebrar el liderazgo renovador del país, y en honor a la
verdad, les ha dado resultados positivos durante décadas. Han suplido a los
payasos y malabaristas por interpretes que obedecen sin preguntar, hasta llenar
las páginas de sus libros con repeticiones y falsedades. Así es la postura del
intransigente, y su pretensión es que todos los que habitan la ciudadela lo
hagan igual, y que el mandadero ejecuta con precisión, acompañado del ruido
estremecedor que reproduce el silencio.
El proceso electoral del
próximo 28 de julio ha desencadenado una serie de acciones por parte del
gobierno y las instituciones que controlan, que buscan espantar a los
ciudadanos de las urnas electorales. La resiliencia de los electores sigue
presente sin amilanarse, y entienden, sin confiarse, de la debilidad en la que
se encuentra el oficialismo. El paso dado por la candidata de un sector de la
oposición, María Corina Machado, (que según las encuestas aglutina la mayoría
del apoyo de los electores), de facilitar la postulación de un candidato ante
la arremetida del oficialismo de sostener su inhabilitación política, abre la
puerta al entendimiento, entre quienes le rechazan y quienes le apoyan, para
avanzar en la consolidación de la unidad en el país. No hay excusa. Lo que
marca la pauta no es el personalismo, ni lo ideológico, es un acuerdo político
para presentar candidato que represente los intereses del país, y que lleve a
la transición, y con ello el restablecimiento del sistema de libertades.
Resuelto eso, entonces vendrán
los debates en el marco de la inclusión y el pluralismo para presentar al país
las propuestas para que los representantes de las organizaciones políticas, o
individuales, entren en la lucha por alcanzar el poder, con reglas de juego que
aglutine el compromiso y el sentido de pertenencia con el país. Ir en sentido
contrario es suicidio político en tiempos de convulsión. Se espera por la
madurez política de quienes tienen responsabilidad como actores decisorios del
acontecer político. No hay tiempo para el capricho, ni la apetencia personal.
Hay que dar el paso en positivo, con estrategias políticas inteligentes.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
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Trincheratachirense9572
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