EL AGUIJÓN
LA RESILIENCIA DE LOS EDUCADORES: UNA LUCHA POR SALARIOS
DIGNOS
POR: ARTURO MOLINA
El
desempeño laboral del profesional de la docencia es una de las más importantes
en nuestra sociedad, pues a través de ella se forman las generaciones que
representan el futuro del país, los lideres del mañana, y se generarán las
bases para el crecimiento y desarrollo de los ciudadanos. Sin embargo, los
docentes están siendo maltratados con bajos salarios, y eliminación de los
beneficios en la salud, por parte del gobierno, sin ser escuchados sus
reclamos. Alarma el agravio que reciben, y sorprende las exigencias que les
realizan las autoridades educativas. El oficialismo prioriza el presupuesto
para apostarle al populismo, lo banal, por encima de la importancia que
requiere la educación.
Los
educadores, a pesar de la adversidad impuesta desde la cúpula que representa la
oligarquía gubernamental, y que han fijado como propósito el sometimiento de
los profesionales de la docencia en general, han demostrado su resiliencia, esa
capacidad de adaptarse y resistir a los eventos difíciles, enfrentando a diario
la ofensa del gobierno, y buscando alternativas para suplir sus necesidades
básicas. Es importante destacar que si no hay un cambio estructural en la
política gubernamental, que permita garantizar salarios justos y dignos para
estos profesionales, la actividad pedagógica será asumida por los menos aptos,
tal vez cercanos al gobierno de turno, pero lejos de despertar el sentido de
pertenencia hacia el país, en las nuevas generaciones.
La
educación es una responsabilidad compartida entre el Estado y la sociedad, pero,
depende en buena parte del compromiso de cada educador para cumplir su labor de
la mejor manera posible. Sin el reconocimiento al valor del trabajo de estos
profesionales, y la motivación necesaria para el desempeño de su función, de
manera consiente, todo quedará en palabras, generando frustración y abandono. Es
fundamental que la sociedad se involucre y exija que se respeten los derechos
de los educadores y sus hijos, sustentados en la formación de calidad. El
compromiso es de todos para alcanzar cambios significativos en el entorno
social.
El
15 de enero se celebra el día del maestro. La celebración la han iniciado en 2024
con protestas cívicas y constitucionales. El reclamo es justo. No se puede
permitir que la educación sea un sector olvidado y relegado, cuando es la
piedra angular del desarrollo y progreso de nuestra querida Venezuela. La resiliencia
de los educadores es admirable, pero no es suficiente para luchar contra la
precariedad laboral y salarial a la que están sujetos. Es necesario reflexionar
sobre el país que tenemos, y el país que queremos.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
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jarturomolina@gmail.com