EL AGUIJÓN
LA REPRESIÓN:
TÁCTICA DE LOS QUE NO TIENEN LA RAZÓN
POR: ARTURO MOLINA
Privar de libertad a los venezolanos
se ha convertido en un deporte para el oficialismo. Esa práctica indecorosa busca
acallar la voz de la disidencia, y la han utilizado a lo largo de sus veinticuatro
años en el poder. La solución a los reclamos es intimidando al indefenso. Los
cuerpos represivos se presentan en patota, tumbando puertas de oficinas o
casas, e incautando equipos, para ir por el que porta el pito y el megáfono. Pisan
los derechos legítimamente establecidos en la Constitución de la República. La
soberbia los desborda, al no encontrar eco al propósito del sometimiento. La excusa
la tienen con la Ley del silencio. Si hablas, gritas o callas, vas preso
también. La historia da muestras de esas desventuras a granel.
Hacen uso del descaro, intentando
generar opiniones que les favorezcan. Lanzan incrementos de los bonos para
destruir el salario, y tienen operadores que se atreven incluso a hablar en
público de las bondades que han brindado a los ciudadanos en el tiempo. Ellos
son los artífices de educación, salud y servicios públicos gratuitos y de
calidad. Les recuerdan a las personas sin pudor alguno, que tienen agua gratis,
porque ellos así lo disponen. Todo es un paquete, tal cual lo son sus
gobernantes, pero no se quieren dar cuenta. Tan valorados se sienten, que sus
testimonios dan para hablar de su presencia en otros planetas donde todo es
pagado. Los platillos voladores se quedaron atrasados con tanta avidez
presente.
Los dirigentes sindicales asumen la
responsabilidad con sus afiliados de luchar por mejorar las condiciones
laborales. El salario y los beneficios adquiridos a través del tiempo son parte
de ese reclamo. Las demandas son un trozo de lo que entra en la negociación, en
el diálogo, para establecer acuerdos que beneficien a las partes. Pero cuando el
gobernante actúa con sesgo, arrogancia, prepotencia y soberbia, entonces las
perciben como una amenaza, al temer que su imagen puede ser deteriorada por los
reclamos laborales. Sembraron la miseria y pretenden recoger aplausos. Al no
recibirlos, entonces atropellan y se crecen con la represión de los dirigentes
sindicales, pretendiendo atemorizar a los trabajadores. Así pretenden mantener
inalterable el statu quo. El control a base de la fuerza; es decir, a base de
la ignorancia.
Privar de libertad a los representantes
de los sindicatos no es la solución a los justos reclamos de los trabajadores. El
gobierno lo sabe, y busca desesperadamente aumentar las tensiones para provocar
el caos y la confrontación estéril. Lo intentan con el sector de la educación.
Lo provocan en cada momento. Desde el ministro de educación, hasta las
autoridades educativas regionales mantienen la burla y el tono encendido.
Quieren quemar la casa y culpar al inocente de su enfermiza estrategia. La
detención del profesor Víctor Vanegas, presidente de la Federación Nacional de
Colegios y Sindicatos de Trabajadores Profesionales de la Educación de
Venezuela (FENATEV), seccional Barinas, es el mismo guion utilizado contra
todos los presos políticos, porque la represión es la táctica de los que no
tienen la razón.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
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