EL AGUIJÓN
TAREA PARA 2024: SUPERAR LOS OBSTÁCULOS
POR: ARTURO MOLINA
La
sociedad venezolana se encuentra inmersa en choque permanente por las
decisiones que se vienen generando en lo político y lo gubernamental, alterando
la sana convivencia social. Hay actores que parecen tener como trabajo propagar
la enemistad, odio, exclusión y la desidia entre las personas. Dedicados a ese
propósito se hacen profesionales cizañeros. Buscan los atajos porque las cosas
por el lado bueno les son innecesarias. Llaman estúpidos a quienes respetan la
norma. Esos sentimientos negativos son el reflejo de una sociedad dividida y
alienada, donde la empatía y el respeto parecen haberse desvanecido.
La
desidia gubernamental ha venido carcomiendo los valores de la sociedad y la
familia, imponiendo la indiferencia como norma de vida, en detrimento del
interés y solidaridad con los demás, alentando la complicidad con lo injusto y
el sufrimiento, reflejados en la desigualdad y la pobreza. Las personas pasan a
ser simples espectadores de una sociedad que se desmorona y se sumerge en un
profundo abismo, que algunos empujan con desespero para que permanezca por
siempre el veneno del odio y la enemistad. Lo sustentan en las diferencias y la
culpa del otro, evitando asumir sus propias responsabilidades. Hacen de
cualquier acontecimiento un tormento, porque les embarga el resentimiento, y
necesitan de la violencia y el conflicto permanente. Tratan de evitar a toda
marcha los puntos de encuentro, porque con ello resurge la equidad como valor
para la construcción de vínculos fuertes y saludables entre las personas,
comunidades y familias. Promueven además la exclusión, porque les genera
dividendos en el marco del conflicto social, al negarle derechos básicos a las
personas. La tozudez los anima a marginalizar. La condición humana se pierde en
la distancia, al igual que el respeto y la dignidad.
Romper
con esos antivalores obliga a reflexionar a la sociedad en su conjunto sobre la
importancia de educar a las nuevas generaciones para generar conciencia
ciudadana y tolerancia en la diferencia. La construcción de puentes para asumir
la comprensión de la realidad presente se alcanza con el reconocimiento de la
condición de ciudadanos comprometidos con el todo. Nadar solo como parte genera
autoexclusión. Las autoridades y lideres políticos son responsables de generar
políticas públicas que viabilicen la solución del conflicto. Para ello se
requiere del desprendimiento y depuración de los actores que actúan bajo el
manto de la mezquindad.
Los
venezolanos merecen vivir con tranquilidad. La desidia, odio, enemistad y
exclusión deben ser desechados de la vida cotidiana. Hay que centrar los
esfuerzos en crear alternativas que garanticen la paz y la sana convivencia
ciudadana. La responsabilidad de construir una sociedad de equidad y
solidaridad conlleva a sumir los cambios de forma proactiva. Permitir a los
disociadores sociales que se sigan saliendo con su propósito de dividir a las
personas, entre ellos y nosotros, es fatal para el futuro del país. La tarea
por cumplir es alcanzar para el año por venir un país que nos una a todos,
respetando la diferencia.
Feliz navidad y un venturoso año nuevo para
todos.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
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jarturomolina@gmail.com