EL AGUIJÓN
LA EDUCACIÓN EN VENEZUELA: UN DERECHO VULNERADO
POR: ARTURO MOLINA
Sistema
educativo venezolano atraviesa una crisis profunda. La negación de recursos
para la inversión, la deserción escolar, la violencia, la partidización
política, la desprofesionalización y la desmotivación docente, son la expresión
de la realidad presente. A la escasez de materiales, equipos, mobiliarios,
bibliotecas, se suma el deterioro de la infraestructura educativa que se
encuentran en condiciones precarias, sin servicios de agua potable, aguas
negras, internet y fluido eléctrico. Los estudiantes carecen de libros, cuadernos,
uniformes y útiles escolares, y para más detalles, los socialistas del siglo
XXI acabaron con la alimentación escolar, potenciando la ausencia en las aulas
de clase.
La
deserción escolar es abrumadora, aún cuando el régimen oculta los datos, pero
que diferentes Organizaciones No Gubernamentales (ONG) proyectan que la misma
pudiera estar por encima del 20%, cifra que induce al abandono de la formación académica
entre niños y jóvenes, superior al millón. Destacan entre las principales causas:
la pobreza, la migración forzada, la inseguridad, el embarazo adolescente, y la
falta de interés o motivación por los estudios. Hechos lamentables en un país
que recibió millones de dólares por el alto precio del petróleo en la era de
los revolucionarios del siglo XXI, pero que fue saqueado de las arcas del
tesoro público por quienes ahora tratan de ocultar su irresponsabilidad culpando
a la vaca.
La
violencia se manifiesta en las instituciones educativas y fuera de ellas, en
variados logos: embestidas físicas, verbales o psicológicas entre escolares,
docentes y padres. Hurtos y vandalismo contra las instalaciones, o el personal
educativo, y a quienes realizan las denuncias, les son violentados sus
derechos. El profesor Javier Tarazona se encuentra tras las rejas desde el 02
de junio de 2021, por denunciar hechos de esa naturaleza, y de otros que
socavan la soberanía nacional. Todo es asociado a la partidización, con la
pretensión de imponer por la fuerza su ideología en contra de la pluralidad. Manipulan
el currículo, contenidos, métodos y evaluación, para presentar su visión
sesgada del contexto, generando la desprofesionalización, y la desmotivación
del docente, que se traduce en perdida de la calidad de la educación.
Restituir
la calidad de la educación requiere de un gobierno con compromiso político e
institucional, que defina políticas públicas responsables, direccionadas a la inversión
en la educación, por encima de pretextos ideológicos. Incorporar a todos los
actores involucrados en el proceso educativo, requiere también de
desprendimiento y valoración de los mismos. La educación es un activo social, y
un derecho humano que no puede dejarse en manos de improvisados. Los
gobernantes no están facultados para sembrar la ignorancia en sus ciudadanos
por simple capricho. Hay que apostar por un cambio de sistema de gobierno, que
garantice el respeto a la pluralidad y la inclusión en el sistema educativo
venezolano.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
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jarturomolina@gmail.com