EL AGUIJÓN
EDUCACIÓN VENEZOLANA EN MENGUA
POR: ARTURO MOLINA
La
gerencia de la educación en Venezuela, bajo la tutela de los revolucionarios
siglo XXI, no deja de alarmar a la sociedad. Los propiciadores de la ideología
del atraso la enrumban hacia el precipicio, y evaden el debate propositivo. Los
alienta la destrucción del pensamiento libre, y el conocimiento sustentado en
la diversidad. El rechazo a tales pretensiones no se ha hecho esperar, y en los
espacios naturales para enaltecer la enseñanza-aprendizaje, y la pedagogía, el
profesionalismo y la civilidad de los educadores se ha expresado para
distanciarse de la pretensión del régimen de someterlos.
La
crisis de la educación no es producto de un fenómeno aislado, forma parte de la
emergencia humanitaria compleja por la que atraviesa el país, en la que las
distorsiones socio-económicas son el lugar de encuentro de las comunidades y
las familias. Allí se convive, se conversa, y se recuerda con nostalgia lo que
se tenía, y lo que se tiene. En el modelo educativo centralizado aplican la
asfixia como estrategia, limitando los presupuestos a las instituciones
educativas en todos sus niveles y modalidades; niegan salarios que dignifiquen
la profesión, y estimulan la renuncia; violan la autonomía universitaria,
acosando a las universidades que no se unen a lo dispuesto por el régimen. Los
indicadores con resultados serios, son reemplazados por la desinformación. De
la deserción escolar todo es un rebaño de incoherencias. Le temen a la
transparencia.
Según
el informe del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo 2020 (PNUD),
Venezuela ocupaba el puesto 113 entre 180 países. Del 2021 al 2023, no se tiene
mayor información. Al indagar los aportes de Organizaciones No Gubernamentales
(ONG), como el Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos
(PROVEA); Acción Solidaria; Alimenta la Solidaridad, o también en el Foro
Venezolano de Educación Ambiental (FOVEA), se puede contactar el
desmejoramiento de la calidad de la educación, desde que los revolucionarios
del siglo XXI se hicieron del poder.
El
desbarajuste golpea a millones, entre niños, adolescentes, docentes y familias.
La alimentación escolar integral, balanceada, se esfumó para dar paso a 4 pacas
de harina, y migas de proteínas. Se les exige a los educadores aportes económicos
para gastos de funcionamiento, y además les cobran en moneda extranjera la
prestación de servicios en las dependencias gubernamentales, que deberían ser
gratuitos. Las estructuras escolares son
utilizadas para el proselitismo partidista, sin que medie solicitud alguna.
Todo es a lo mero macho.
La
muletilla para intentar frenar el reclamo es que van a migrar las nóminas de
educadores dependientes de gobernaciones y alcaldías al nivel central.
Demostración palpable de la incapacidad que tienen para resolver los problemas domésticos,
y prefieren entregar la solución a extraños. Ya son 24 años en que los
revolucionarios del siglo XXI mantienen la educación en mengua.
Arturo Molina
@jarturomolina1
www.jarturomolina.blogspot.com
jarturomolina@gmail.com