EL AGUIJÓN
CON EL ALMA ROTA
POR: ARTURO MOLINA
Los
acontecimientos socioeconómicos que se registran en suelo venezolano, no
admiten excusa por parte del gobierno nacional. Los atropellos para defenestrar
el derecho a la vida consagrado universalmente, les ha hecho merecedores de
epítetos que señalan su esencia gubernamental. La pobreza de los seres humanos,
es su inspiración ideológica, porque consideran que la riqueza es para su
cúpula dirigencial. La descalificación es su estrategia, y la mueven a través
de la publicidad, con la finalidad de desaparecer el surgimiento de liderazgos
fuera de su entorno personal y familiar. Las inhabilitaciones de carácter político
son el recurso al que recurren ilegalmente para frenar la disidencia, llevando
incluso hasta la cárcel a quienes sostienen sus puntos de vista en contra de la
irresponsabilidad que representa su sistema de gobierno.
Las
protestas son criminalizadas, y con presiones y persecuciones, pretenden callar
a los funcionarios de la administración pública. Hay quienes se prestan para
esa desventura, y entran en el vicio del jala mecate, perdiendo su identidad.
Rodilla en tierra gritan algunos, y en sus casas, en el cuarto oscuro, para
evitar la mirada de sus seres queridos, tienen que taparse la cara porque hasta
la sombra les recrimina.
Los
gobernantes del llamado socialismo del siglo XXI critican el fascismo, obviando
que, con sus actuaciones, lo representan. Claro, es la forma de evitar los
señalamientos, y escurrir el bulto para inculpar a otros, y disfrazar sus
verdaderas intenciones. Los profesionales reciben trato descortés porque
representan el sector pensante del país, y eso no agrada a quienes manejan la
ignorancia como bandera. La fórmula para sacarlos del escenario y restringir su
opinión, es raspando los salarios, hasta alcanzar el propósito de la renuncia,
y abandono del país.
Los
educadores sobresalientes, comprometidos con la formación de las nuevas
generaciones, amparados en el conocimiento plural, están marcados para ser
sustituidos por la barbarie y la ignorancia. La educación entra en terapia
intensiva. El régimen asume los derechos del niño para promover el choque de
pueblo contra pueblo, pero no reflexionan que al vulnerar los derechos de los
educadores se lo hacen directamente a los niños y sus grupos familiares. La
sociedad venezolana pende de un hilo ante el atraso que se impone. El debate
por alcanzar el cambio de sistema de gobierno debe involucrar a todos quienes
aspiran una sociedad de respeto, con modo y calidad de vida que dignifique al
ser humano, y reivindique la sociedad del conocimiento, desarrollo y
prosperidad.
El
día del maestro (15 de enero), está siendo mancillado por quienes no tuvieron
la entereza para formarse, educarse, y alcanzar cultura para la sana
convivencia ciudadana. El gobierno nacional ha abusado del respeto y civismo demostrado
por los educadores en cada acción emprendida, y los han pisoteado en las
oportunidades que les ha parecido. Nada que celebrar, mucho que reclamar. Hoy
la educación venezolana se encuentra con el alma rota.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
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