EL AGUIJÓN
LA POLARIZACIÓN
AHORA ESPANTA AL RÉGIMEN
POR: ARTURO MOLINA
La situación política electoral por la
que están atravesando los venezolanos es digna de ser analizada en el contexto
que se evidencia en las calles. Es un clamor popular, la exigencia de cambio de
sistema de gobierno. Las promesas incumplidas hacen mella en la aceptación o el
rechazo que muestran los números de las encuestadoras serias del país y el
extranjero, en cuanto a los candidatos que se encuentran corriendo por la silla
presidencial. Ese pódium parece escapársele a unos y estar más cerca de otros. La
distancia de los dos mil metros de la carrera, cada vez que está más cerca del
final, arroja números que marcan una distancia considerable entre quienes
ostentan el primero y segundo lugar y el resto de los competidores.
Pero las estrategias no cesan y hay
quienes muestran números de empresas (las conocen ellos) para intentar cambiar
la opinión de los electores, en el entendido que la elección es el 28 de julio,
y todavía quedan unos cuantos metros por recorrer. Quienes vienen corriendo
desde la parte de atrás no pierden su entusiasmo e intentan que los ciudadanos
les volteen a mirar. Tal vez apuestan a que alguno de los jinetes que se
encuentran liderando se caiga del caballo, y así ellos puedan entrar en el
cuadro de los favoritos. En un terreno fangoso cualquier cosa puede suceder,
las apuestas están sobre la mesa, y de darse el proceso electoral según lo
establecido en el cronograma y respetando la normativa legal, el que va de
primero parece va a ganar de punta a punta, sin dificultad, y por muchos
cuerpos de ventaja. Aquí el triunfalismo sería el error que espera el jinete que
se mantiene en segundo lugar.
La carrera presidencial se polarizó
desde el momento que la elección primaria se realizó y la opinión pública
conoció de los resultados. Allí fallaron las estrategias de los jinetes que no
se sumaron a esa elección, o a quienes les negaron la participación (eso es
tema de ayer, página que los ciudadanos pasaron). Desde ese momento muchos han
sido los movimientos que se han ejecutado en los tableros. Los estrategas
juegan duro. Han preparado a sus caballos para resistir todo tipo de tempestad.
El jinete que corre en segundo lugar se quedó abismado al recibir respuesta que
no esperaba de quien avanza de primero, proporcionándole un duro golpe a su
estandarte. El piso se le movió. Desde entonces corre detrás y se ve cansado.
Eso lo obliga a amenazar, gruñir, gritar, mostrar tomas de los actos que
convocan con cámaras cerradas, colocar todo tipo de obstáculos en la pista para
impedir la movilización del jinete que avanza de primero. Eso ha generado
rechazo en el público que se encuentra en las gradas. El juego limpio está
siendo dejado a un lado.
Lo que en las carreras anteriores había
sido un éxito para el jinete que corre de segundo hoy, al apostar a la
polarización para ganar fácil, con contrincantes que no recibían el apoyo de
las mayorías, y con el voto dividido de los seguidores que apostaban por la participación,
no les dio resultado en la carrera de los dos mil metros, y faltando doscientos
metros para terminar la misma, ahora les asusta y se espantan. Esa estrategia
fracasó.
Arturo Molina
@jarturomolina1
www.trincheratachirense.blogspot.com
jarturomolina@gmail.com