EL AGUIJÓN
LA EXISTENCIA y LA RESPONSABILIDAD
POR: ARTURO MOLINA
La vida en sociedad está conformada
por un conjunto de responsabilidades que extrapolan el ámbito personal. Los
ciudadanos tienen la obligación de favorecer el bienestar común, ponderando el acatamiento
de las leyes, y asumiendo la participación en el acontecer nacional. Compromiso
que se revela en el contexto de las actividades diarias, con base al diálogo, el
respeto, la solidaridad y el consenso. La educación cívica permite entender los
mecanismos del sistema de gobierno imperante y la influencia que ejercen los
ciudadanos en el devenir del país. La información evita que la desinformación
sea el vehículo que transporte una decisión hacia el error, y con ello se dé entrada
a la frustración. El ejercicio del voto de forma consciente permite elegir en
los cargos de representación popular a personas con la capacidad de asumir los
valores éticos y morales auspiciados en el seno de la sociedad.
La ausencia del reclamo respetuoso y propositivo
facilita al desatento (o al que se hace), el hacer y deshacer por capricho
personal, permitiendo que el entorno entre en el vicio del relajo e irrespeto a
la norma establecida para la sana convivencia ciudadana. Es fundamental
fortalecer la autocritica y la capacidad de autocorrección para el avance de la
sociedad en general, y estimular soluciones efectivas a la diversidad de
situaciones que se generen, en los individuos que la componen. El progreso y
desarrollo de las naciones es obra de las comunidades compenetradas en lo
político, económico, social, cultural, ambiental, educativo, que pretenden
llevar adelante los gobernantes electos.
La empatía es la alternativa para robustecer
el esfuerzo y compromiso compartido en las comunidades que apuntan a la
cooperación y el apoyo recíproco, direccionadas a la transformación social, y
hacia la inversión plausible en la estabilidad gubernamental y la armonía de
las familias. La diversidad e inclusión deben ser motores esenciales en la
aplicación de políticas públicas serias. Sin la integración de la eficiencia y la
eficacia, los resultados no serán efectivos en el tiempo. El gobernante como un
funcionario al servicio de los ciudadanos está obligado a asumir las
responsabilidades administrativas conferidas, y aceptar las críticas
constructivas que devienen de los habitantes. Actuar de forma desmesurada acarrea
sanciones que la impunidad puede tapar por cierto momento, pero con el pasar de
los días le revientan de frente. Acorralar al disidente para silenciar sus
puntos de vista, genera nubarrones de confrontación estéril, que se traducen en
rechazo social.
El 28 de julio los venezolanos acudirán
masivamente a los centros de votación para elegir el nuevo presidente del país.
Reconocer y asumir las diferencias será una importante contribución al
bienestar de los ciudadanos. La acción consciente de los electores impactará en
las obligaciones del elegido, para direccionar acciones a mejorar, sin excusas,
la calidad de vida de los pobladores en general.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
www.trincheratachirense.blogspot.com
jarturomolina@gmail.com