EL AGUIJÓN
SITUACIÓN DE INDIGENAS EN VENEZUELA
POR: ARTURO MOLINA
Los
indígenas venezolanos encontraron “alivio” con lo establecido en la
Constitución de la República de 1999. El papel, que todo lo resiste, es testigo
fiel de la tinta esparcida de largas promesas, con el discurso de dignificar lo
que en tiempos de revolución llaman los “excluidos”, y que a base de la mentira
se encargaron de multiplicar en millones. Lo que queda de indígenas en diversas
partes del país, en los lugares en que se encuentran esparcidos, han salido
hacia la “civilización” a protestar por sus precarias condiciones de vida, y a
reclamar por el despojo que el gobierno nacional les hace de sus tierras. Lo
que ellos conciben dentro del marco de su cultura, ha sido totalmente
trastocado por la clase explotadora de las riquezas naturales, sin importarles
el daño que están causando al ambiente y sus pobladores.
Esas
comunidades indígenas no tienen acceso a servicios de salud, que los hace
vulnerables a todo tipo de enfermedades, ni hablar de la atención en la educación,
situación que les limita las oportunidades para el desempeño laboral en áreas
de la “civilización”, y por ende para su crecimiento y desarrollo. Destrozar el
bienestar de los pueblos indígenas, es un absurdo que prevalece en mentes sin
sentido de pertenencia, y menos del legado histórico, del significado de los
llamados pueblos originarios. Ellos deben recibir la atención que se merecen
por parte del gobierno nacional, no porque estén escritos en algún papel, sino
por lo que representan, en un gesto de desprendimiento, reconocimiento y
agradecimiento por todo lo que han dado al país y su historia. Las nuevas
generaciones tienen derecho a conocer que se hizo para preservar ese legado
cultural y étnico. Apostar por su desaparición, es ser elemento de la ignorancia
supina a la que aspiran quienes no tienen conciencia ciudadana.
La
dirección que el gobierno nacional da para la atención de los pueblos indígenas
no es distinta a la que ofrecen al resto de los mortales que se mantienen en el
país. Las políticas públicas dirigidas a la destrucción de los ciudadanos, y
con fuerza hacia la disidencia, tal vez se visualicen con precisión en lo que
acontece a los pueblos indígenas, quienes, al parecer, molestan a la clase
gobernante del oficialismo, y estos, por la vía de la extrema polarización,
también apostaron por la división de los indígenas según sus apetencias.
Olvidaron en el oficialismo que los pueblos indígenas, al momento de reclamar
sus derechos ancestrales, no los frena el silencio, la sumisión, ni el color partidista.
Se unen, y en una sola voz, exigen el respeto que los revolucionarios siglo XXI
les están pretendiendo arrebatar.
La
estrategia gubernamental sustentada en la exclusión y la miseria, le ha servido
para motivar la emigración de millones de venezolanos hacia otras latitudes en
busca de mejorar las condiciones de vida, y la sobrevivencia de sus familias en
suelo patrio. La apuesta por la resistencia de quienes permanecen, y a no
dejarse amarrar por el propósito del régimen de institucionalizar la sumisión,
es la lucha por la libertad, y que el mundo se entere de lo que acontece a lo
interno del país. Así, también luchan por sus propias reivindicaciones, los indígenas
venezolanos.
ARTURO MOLINA
@jarturomolina1
www.jarturomolina.blogspot.com
jarturomolina@gmail.com