EL AGUIJÓN
OPINAR ES MALO
POR: ARTURO MOLINA
Generar opinión en un país donde los elementales derechos a
la libertad de expresión son violentados permanentemente por la hueste de la
revolución siglo XXI, es asumir riesgos desconocidos en convivencia democrática.
Lo sucedido al profesor jubilado de la universidad de
Carabobo, Santiago Guevara, es la continuación de las acusaciones realizadas
por el régimen en contra de quienes se atreven a decir y llamar las cosas por
su nombre.
Promover el cambio en la actual gestión gubernamental
nacional y estimular la conciencia ciudadana y universitaria del sector
estudioso del país, no gusta a quienes acostumbrados a la miseria y el rencor
activan contra el pensamiento crítico y responsable.
Son acontecimientos generados desde la visión de gobernantes
sectarios, ambiguos, totalitarios. Es el peso de la injusticia quien cobra
fuerza para imputar delitos fuera de contexto racional, pero a la luz del
atropello, llenos de gracia para sus defensores.
No se puede acusar de traición a la patria a quien la
defiende y señala un camino para mejorar las condiciones infrahumanas a las que
someten a los ciudadanos el partido oficialista PSUV, y sus fuerzas de lacayos persecutores de la libertad y la
decencia.
Al igual que el profesor Santiago Guevara se encuentran
millones de venezolanos, quienes reclaman permanentemente el derecho a vivir
con dignidad. Así se encuentra el jubilado y pensionado que no recibe el
derecho al cesta ticket porque el régimen se lo niega. Igual se encuentra el
empleado activo, que ve ingresos devaluados con incrementos que no van a
incidir en sus prestaciones sociales y que producto de la alta inflación, al
salir jubilados se van a ver en pobreza extrema.
En condiciones de quiebra, y rumbo a la pobreza, se encuentra
el pequeño y mediano comerciante, al no poder cancelar los aumentos generados
por la ignorancia de los gobernantes, y deben cerrar sus puertas en detrimento
del empleo.
Así están los ciudadanos venezolanos, quienes al acudir a supermercado
para intentar llevar alimento a sus hogares se encuentran con la pesadilla de
la escasez y los altos precios de la poca existencia.
El quiebre del aparato productivo nacional tiene en mengua la
convivencia ciudadana, al ver precios en aceite comestible por el orden de los
11.000bs x litro; arroz en 3.350bs x kilo; huevos en 7.400bs cartón; carne de
res en 6.800bs x kilo; queso económico en 10.000bs x kilo; harina pre cocida en
1.400bs x kilo, pero como no hay, debe comprarla a razón de 3.500bs; espagueti
en 5.000, 7.000 y hasta 9.000bs x kilo; café en 12.000bs x kilo; panela en
4.500bs cada una. Toda una proeza revolucionaria, con salario mínimo de
40.000bs, y un ficticio cesta ticket de 108.000bs. El control social es el
norte del régimen.
Las expresiones del profesor Santiago Guevara es el
sentimiento de los ciudadanos venezolanos. Es el reclamo ante la
irresponsabilidad, la corrupción e impunidad. Es la fuerza de la escritura que
alarma al ignorante y lo pone en represalia contra el ser pensante. Así son los
revolucionarios, no les gusta la gente que piensa y hace propuestas; no les
gusta el despertar de los ciudadanos, eso los pone nerviosos y arrogantes.
Traición a la patria es entregar el arco minero y las
reservas de petróleo a factores externos para su explotación y comercialización
en contra de los intereses del país y sus ciudadanos.
Traición a la patria es permitir que factores externos invadan
el país y decidan a favor de la miseria de los venezolanos. Traición a la
patria es apostar al atraso antes que al desarrollo. Traición a la patria es
poner a decidir al delincuente en contra del inocente. Traición a la patria es
abrir los cielos internos, para que circule sin apremio el narcotráfico.
Traición a la patria es que en 18 años de desgobierno, la delincuencia sea del
sector prominente del país: los jóvenes.
Traición a la patria es hacer de la educación un centro para
la idea única, que se materializa en desgracia hacia los ciudadanos. La pluma y
voz del profesor Santiago Guevara, es la de la mayoría de los venezolanos. Es
la voz de la decencia en un país donde es buena la corrupción e impunidad, pero
opinar es malo.
ARTURO MOLINA
Twitter,
Instagram y Likedin: @JARTUROMS1
www.jarturomolina.blogspot.com